Capítulo 430
Se había borrado la noticia de que el consejero delegado del Grupo Santander tenía una hija ilegítima, pero la discusión seguía siendo tendencia.
La gente empezó a sospechar si la noticia era real. Si era real, entonces, ¿quién era la madre? O el niño no tenía madre.
Tal vez Fernando usó la gestación subrogada.
La gente estaba discutiendo las diferentes posibilidades. Fernando sabía que incluso si borraban la noticia, la gente aún la recordaría, así que la ignoró. El mayor consuelo para él era que la apariencia del niño no estaba expuesta.
Cuando Fernando volvió del trabajo por la noche, Sabrina no podía dejar pasar este asunto, así que fue a hablar con él al estudio.
La expresión de Sabrina era sombría. Fernando sabía que este asunto era un gran golpe para ella, así que la agarró de la mano y le dijo: “No te preocupes. He borrado todas las noticias en línea. No hay fotos de niños. Todo estará bien”.
“Pero la gente sigue chismorreando al respecto”. A Sabrina le preocupaba que si los Santander se enteraban, le quitarían a sus hijos.
Fernando no tenía la intención de llevarse a los niños.
Pero si algún día se separaban, él podría querer llevarse a los niños. Ella no podía dejar que sucediera.
No tenía nada que competir con ellos.
Entonces, ella tenia miedo.
“¿Y qué si están chismeando? No lo admitimos, y no tienen la foto de los niños. ¿Por qué nos preocupamos por esas personas irrelevantes?” Fernando acarició su rostro lastimoso. ¿Por qué tenía tanto miedo?
Él se había ocupado de este asunto.
Incluso si todavía estaban cotilleando, no tenían nada que ver con Fernando y Sabrina. Solo estaban cotilleando por diversión.
La mente de Sabrina estaba desordenada. Había pensado que algún día, sus hijos estarían expuestos, pero no pensó en cómo debería lidiar con eso. Ahora, realmente sucedió. Ella estaba en pánico.
Fernando siguió consolándola, pero ella aún se sentía inquieta.
A los ojos de Fernando, se veía lamentable de esta manera. Entonces, Fernando se sentía dolido por ella y quería adorarla aún más.
De repente la levantó y la puso sobre sus piernas.
Luego le pellizcó la barbilla, bajó la cabeza y la besó suave y dominantemente.
Al ser besada, Sabrina no pudo evitar temblar. Fernando era un gran besador. No mucho después, Sabrina se olvidó del problema y disfrutó del beso.
Ella se recostó en sus fuertes brazos, temblando.
Pronto, una cosa llevó a la otra. Dominantemente poseyó su cuerpo.
Después del sexo apasionado…
El sudor cubría el cuerpo de Sabrina y se sentía débil. No podía moverse en absoluto. Fernando besó sus labios con satisfacción y la consoló, “No lo pienses. Se acabó. A nadie le importará”.
Capitulo 430
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