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Nunca Mueren Los Deseos (Sabrina y Fernando) novel Chapter 451

Capítulo 451 

Instantáneamente, el vidrio dejó un largo rasguno sangriento en el pie blanco de Shyla y la sangre brotó del corte. Al ver esto, Shyla tranquilamente fingió llorar, tratando de ganarse la simpatia de Fernando con sus ojos rojos y sus labios temblorosos

Se cubrió el tobillo con ambas manos y empezó a sollozar. Meele mucho el pie, Fernando

Sus lágrimas caían continuamente como perlas brillantes deslizándose por sus mejillas, luego se mezclaban con la sangre en el piso, pintando algunas flores rojas

Fernando frunció el ceño con disgusto. No queria tocarla en absoluto, pero en esta situación, tuvo que levantarla y dijo: Te llevaré abajo para vendar tu herida

Lo siento, Fernando. No era mi intención molestarte. Shyla siguió llorando

Parecia tan vulnerable que nadie podía soportar culparla, inclulo Fernando

Fernando trató de mantener cierta distancia con ella y rápidamente la llevó al sofá de abajo. Le pidió a la criada que trajera el botiquin de primeros auxilios

Luego se volvió hacia Shyla y le dijo: No entres libremente en mi habitación la próxima vez

Shyla sabia que un hombre como Fernando no se entusiasmaria on las mujeres tan rápido, así que no le importaron en absoluto sus modales gélidos. En cambio, pensó que reflejaban carisma

Ella lo adoraba más. Fernando, solo quería dejarte probar mi te hecho a mano

Gracias. Pero no te molestes, no me gusta el . Fernando no quería hablar mucho con ella

En serio? Entonces, ¿qué te gusta? Puedo intentar hacer algo. $yla lo miró fijamente con lágrimas en el rostro

Fernando estaba molesto. Solo bebo agua

Shyla se quedó sin palabras ante esta respuesta. Mientras intentaba encontrar otros temas, Gina bajó las escaleras después de escuchar el ruido. Al ver a Shyla sentada en el sofà con la herida sangrante, Gina se asustó y preguntó preocupada: ¿Qué pasó, Shyla? ¿Cómo te lastimaste?

Se cortó con el vidrio, respondió Fernando

Gina estaba atónita. ¿Qué?

Estoy bien, Gina. Accidentalmente pisé el vidrio roto. Shyla se apresuró a explicar porque no queria culpar a Fernando

Gina no se tomó en serio sus explicaciones. Miró a Fernando y fijo: Fernando, Shyla es la niña del Sr. Navarro. No la maltrates, entiendes?

Fernando se quedó sin palabras

El respondió a regañadientes: No lo haré“. 

No tenia intención de intimidar a las mujeres que no le interesaban en absoluto

Gina siguio insinuando que deberia cuidar de Shyla

Pero Fernando se limitó a escuchar, sin decir palabra.. 

Señora Santander, Sr. Santander, aquí viene el botiquin“. La cria tomó el botiquin y corrió hacia ellos

Date prisa, Gina miró a la criada. Eres demasiado lento. Si algonalo le sucede a Shyla, ¿qué vas a compensar?” 

La criada estaba tan asustada por Gina que se quedó parada presa del pánico, sin atreverse a hablar

“Tengo algunos asuntos que hacer, mamá, Fernando revisó la herida de Shyla y dijo. La herida no era muy profunda

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