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¿Tuvimos un hijo novel Chapter 205

Capítulo 205
Elías sonrió mientras la miró de manera provocativa.
-¿Me estás pidiendo un favor?
-Solo lo hago por mi papá -contestó Anastasia con desinterés, encogiéndose de hombros.
-Bueno, es tu papá y no me parece justo que no le haga un favor. Dile a tu hermana que vaya a trabajar el lunes —afirmó de buena gana. Ella lo miró con asombro, dándose cuenta de que, de nuevo, estaba otorgándole favores debido a su gratitud. Justo entonces, el inclinó la cabeza al lado y miró a lo que estaba detrás de ella, diciendo-: Tienes agallas para traerme aquí.
Tras oír esto, ella se dio la vuelta y se sobresaltó al ver a los anfibios y reptiles conservados en formol, estremeciéndose y se escondió en Elías, como si quisiera distanciarse cuanto más pudiera de la exhibición macabra.
El aprovechó la oportunidad de ponerle un brazo alrededor, a lo que Anastasia jadeó, pero estaba atrapada en su abrazo antes de que pudiera reaccionar. Ella podía oler su fresco y agradable aroma.
– Contente, Elías.
-Oye, fuiste tú la que se me acercó primero -señaló con una sonrisa. Cuando vio que no había nadie en esa sección de la exhibición, agachó la cabeza y le dio un beso inocente en los labios, dándole una sonrisa maliciosa, mientras le murmuró-: Considera esto un pago por el favor.
Cuando Anastasia se sonrojó, lo apartó, agradecida porque Alejandro ni Ray estaban cerca. Después, llamó a Franco para decirle que Erica podía comenzar a trabajar el lunes.
Por otro lado, en la residencia Torres, Érica acababa de hablar con Franco por teléfono y bajó las escaleras con alegria para encontrar a su madre.
– Mama! iMamá, el lunes comenzaré a trabajar en Burgués! ¡El presidente Palomares fue el mismo que me contrato!
A Noemí la alegró saber esto y pensó: «¿Significa esto que Érica por fin tendrá la oportunidad de acercársele a Elías?».
– Papá me dijo que el presidente Palomares estaba de acuerdo con esto. ¿Crees que sea porque le causé una buena impresión anoche? —preguntó Érica con gusto y un poco de delirio.
Noemi supuso lo mismo: «Érica se sentó junto a Elias durante el banquete. ¡No podía ignorarse lo bella que se miraba en su vestido de noche!».
-Érica, asegúrate de aprovechar las oportunidades mientras estés en Burgués.
-Estoy segura de que, si me encuentro seguido al presidente Palomares, lo conquistaré -afirmó con confianza, prometiendo usar cada truco posible para seguir su plan. No le importaba ganarse la vida con un trabajo honesto en Burgués, sino que quería seducir a Elías para casarse con alguien rico y tener una vida de alta sociedad.
-Hay algo que quiero decirte, Érica -dijo Noemí en ese momento, tomándola del brazo.
-¿Qué sucede, mamá? – parpadeó.
– Verás… En realidad, Elias le debe a la familia un gran favor. Nunca te lo conté, pero la madre de Anastasia murió por sacrificarse y salvar a Elías. Sin ella, iel habría muerto de pequeño!
-¿Qué? –Sorprendida, ella abrió los ojos de par en par. Sabía que la madre de Anastasia era una policía que murió en un acto de servicio, pero no creyó que su muerte fuera por salvarle la vida a Elías.
– Como los Palomares le deben mucho a Anastasia, deberás tener cuidado en Burgués. Quizá quedarse con el joven Elías sea un juego de niños para ella.
-Debería contarle al presidente Palomares lo que le pasó a Anastasia en el Club Abismal -dijo Erica, con una mirada despiadada en los ojos-. Ningún hombre en su sano juicio la veria igual luego de enterarse de eso.
A Noemí no le preocupaba que Érica la decepcionara, porque estaba segura de que su hija había aprendido su habilidad y afinidad para los complots.
-Solo recuerda que estarás en problemas si Anastasia se casa con los Palomares. Erica, cuando entres a la empresa, haz todo lo posible por impedir que se case con Elias, aunque eso signifique que tú no podrás hacerlo.
Tanto la madre como la hija estaban de acuerdo en esto; sin embargo, ninguna de las dos sabia que Érica obtuvo el trabajo en Burgués por cortesía de Anastasia, ya que Franco omitió este detalle.
Mientras tanto, tras su excursión por el museo, Elías dejó a Anastasia y Alejandro en casa, mirándolos entrar al edificio de departamentos y yéndose a encargarse de su trabajo. Después de un domingo tranquilo, Anastasia comenzó a esforzarse por competir para el puesto de director adjunto; además, se entero de que Alexis ya había ido a la tienda que había elegido para inspeccionarla el viernes por la noche. A como estaban las cosas, Alexis parecía estar decidida en ganarle el ascenso a Anastasia.

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