Capítulo 284
-Elias, recuerdo cuando eras un niño y te cargaba en mis brazos hace tantos años. Más de dos décadas han pasado y ahora eres todo un adulto y la cabeza de la familia Palomares, i Estoy tan orgulloso de ti! Hazle este favor a tu tío, Elías. Deja que vea a tu abuela. Solo necesitaré diez minutos. -El hombre intentó usar sus lazos familiares para ganarse la simpatía de Elias.
– Te lo repito: lárgate. — El tono de Elías era gélido y despiadado.
– Tú…
El hombre intentaba reprimir la ira que sentía. A pesar de estar afuera, Anastasia podía sentir la tensión que se ceñía dentro del chalé.
-¿En serio eres tan despiadado, Elías? ¡Aún sigo siendo un Palomares y, sobre todo, tu tio! ¿Cómo puedes tratarme asi con esta falta de respeto?
-La familia Palomares no tiene a tal miembro. Para mí, eres nadie -contestó Elías con un tono seco.
-Bueno, lo que dijiste hov me lo guardaré por sier
hoy me lo guardaré por siempre. iLo lamentarás, no lo dudes! —gritó Raúl.
Anastasia brincó cuando escuchó que se azotó la puerta. Al estar afuera, su movimiento hizo que pisara una hoja seca, lo que hizo ruido.
-Quién sea que esté ahí, sal de una vez -ordenó Elías sin ningún interés.
-Soy yo, Anastasia —respondió, aunque su plan original había sido retirarse, pero como se quedó estupefacta por su voz, no tuvo otra opción.
– ¿Por qué estás aquí? —preguntó Elías con un tono suave. Cambió por completo cuando vio su figura en la ventana.
Comments
The readers' comments on the novel: ¿Tuvimos un hijo