Capítulo 579
Tanto como Camila estaba feliz hace un momento, ahora está igualmente desilusionada; i nunca imagino que sería Alarico!
En ese momento, Violeta llegó corriendo y le colocó un abrigo sobre los hombros a Camila: Señorita Camila, por favor, póngase el abrigo. No querrá resfriarse.
Camila miró a Violeta: –Violeta, ¿fue él quien vino a buscarme?
Violeta asintió: -Sí, señorita Camila, fue él quien vino a buscarte. Justo cuando no había terminado de hablar, tú ya habías salido corriendo.
Camila pregunto: ¿No viste a nadie más?
Violeta negó con la cabeza: -No, señorita Camila, ¿esperabas a alguien más?
-¿Héctor no vino?
Alarico miró a Camila: -Camila, ¿pensabas que Héctor vendría a buscarte?
Ella respondió: -Sí, Alarico. ¿Y tú qué haces aquí?
Alarico tenía un semblante algo sombrío: -Escuché que te habías enfermado de fiebre, así que
vine a verte.
-Estoy bien, gracias por preocuparte: -Camila extendió la mano para cerrar la puerta.
Pero Alarico detuvo la puerta con una mano: -Camila, ¿qué quieres decir? Escuché que estabas enferma y vine enseguida a verte, pero parece que no te alegra verme.
Camila lo miró directamente: -Exactamente, no quiero verte.
Alarico se enfureció: —¡Tú! Camila, realmente no aprecias las cosas buenas.
-Alarico, tu novia actual es Elena. ¿Cuántas veces necesito recordártelo? Hace mucho que terminamos; por favor, no vuelvas a buscarme.
Él dio un paso largo hacia Camila, observando su cara pequeña. Ella vestía un camisón de seda rosa, su cabello negro y largo caía libremente, sus ojos brillantes eran vivos y encantadores, y todo su ser parecía suave y fragante.
Camila no llevaba maquillaje; su cara estaba limpia de cosméticos, pero Elena siempre está maquillada. Al principio parecía muy hermosa, pero luego ya no se sentía como una belleza natural, todo el aroma de los cosméticos.
Hay una diferencia esencial entre una belleza artificial y una natural.
Cuando Alarico se acercó, Camila retrocedió dos pasos asustada: -Alarico, ¿qué haces? ¿Por qué te acercas tanto de repente?
Alarico miro a Camila Camila, tengo algo que decirte.
Decir que?
Alarico, con una mueca antinatural, dijo: -Camila, he terminado con Elena.
-¿Qué dijiste?
Las pestañas de Camila temblaron; Alarico no había estado con Elena por mucho tiempo. ¿Ya se habían separado?
Alarico, en efecto, había mencionado la ruptura a Elena, quien tenía dificultades para aceptarlo y aún no había dado su consentimiento.
Después, al enterarse de que Camila se había enfermado al regresar, Alarico vino directamente.
Comments
The readers' comments on the novel: El CEO se Entera de Mis Mentiras