Capítulo dieciséis
—Acéptalo hermano, ya hasta Elián se dio cuenta. Eres muy notorio, porque este no es tu comportamiento habitual.
Se levanta —Me voy, tengo cosas que hacer y estar aquí perdiendo el tiempo me parece lo más absurdo del mundo.
—Entonces te parecería absurdo si justo ahora me voy a tomar un café con ella y le platique un rato —lo reto y por sus ojos pasa un destello rojo —ya sabes...
—Elián —advierte —Mantén tus asuntos donde deben estar que yo mantendré los míos donde tienen que estar.
Me encojo de hombros —Hasta que no me lo digas claramente puedo jugar a lo que sea con quien sea.
Pasa una de las manos sobre su cara y las posa inmediatamente en la cintura, su cuerpo se tensa y sus ojos verdes me ven desafiantes —Ella no está en tu liga y donde me enteré que le haces algo juro que no saldrás vivo —sin más se va enojado de la sala y niego viendo a Kayla.
—¿Lo notaste? —cuestiona y asiento —ya sabes lo que tienes y no que hacer —se levanta de la silla —me voy a casa que ya estoy cansada de estar viendo cosas de un lado para otro —me hace un saludo en forma de adiós —nos vemos, cabezón.
—Adiós a ti también, come-libros.
Cierra la puerta detrás de ella y todo queda en absoluto silencio, giro con la silla y cruzo mis piernas viendo el paisaje a través del vidrio. Tener todo esto sin alguien a tu lado se vuelve aburrido.
Saco mi móvil del traje y sonrió al recordar a mi querida amiga misteriosa, alias la belleza tropical, la puerta es tocada y escucho la voz de Sofía llenar el salón —Señor —saluda —tengo los documentos que le pidió al investigador privado de la empresa, ¿dónde los dejo?
—Pasa y déjalos sobre la mesa —acata mi orden y sale dejándome otra vez inmenso en la soledad.
Desbloqueo el celular y me voy a esa absurda aplicación que instale en el móvil solo para hablar con ella, como un rayo a mi mente llegan recuerdos del ascensor y sin pensarlo escribo su nombre en el buscador teniendo éxito al encontrarla de primero.
Tiene una foto de perfil con Quero haciendo poses raras, bajo y observo su último post hace una semana, exactamente los días que tengo hablando con mi nueva amiga.
Es que no pueden ser dos chicas distintas, simplemente me niego a creer que hay más chicas que me odien.
Salgo de su perfil y me voy al de mi belleza tropical, entro al buzón de mensajes para confirmar si de casualidad me ha llegado uno de ella y la aplicación no me ha notificado, pero no es así.
¿Por qué siempre soy yo quien tiene que buscarte?
--EliánDhall
Hola, estás disponible belleza tropical?--
Le doy a enviar y no me demora ni un minuto en caer su respuesta.
--Macarrones123
Para ti nunca,
Qué deseas romeo acosador?--
Sonrío sin poder evitarlo y escribo mi respuesta rápidamente.
--EliánDhall
Podemos hablar, ya sabes... Salir, tomar algo y conocernos... Quiero verte--
Veo el mensaje con curiosidad y borro las últimas líneas al notar lo tonto que me veo diciendo eso, es más que obvio que me va a decir que no.
--Macarrones123
Estás borracho? :/--
Suelto una carcajada y muerdo mis labios viendo una y otra vez el mensaje, ¿qué le puedo decir? No le diré que estoy en media empresa con cosas que hacer, pero tampoco quiero decirle que estoy con alguien. Con ella no puedo mentir.
Esa tal macarrones te está llamando mucho la atención...}
Ameth, tranquilo, la vida es bella y hay que vivirla.]
Tecleo varias respuestas ignorando mi lobo interior y termino por mandar una mentira solo para ver su reacción.
--EliánDhall
Puede ser...--
--Macarrones123
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