Capítulo 149
-¿Deseas que me muera? -Sabrina arqueó una ceja, intrigada por la acusación de Thiago-. ¿Quién te metió esa idea en la cabeza? ¿Araceli?
-Sabrina, deja de responsabilizar a Araceli por todo -interrumpió André con voz severa, enderezando la espalda.
-André, es curioso cómo cada vez que menciono a Araceli reaccionas como si estuvieras ocultando algo impropio entre ustedes -replicó Sabrina con un tono cansado pero firme.
-¡Sabrina, no digas absurdos!
-¿Absurdos? Mis palabras tienen fundamento -respondió Sabrina con una serenidad inquebrantable-. Durante la reacción alérgica de Thiago, éramos pocos los presentes. ¿De dónde sacó que Romeo y yo anhelábamos su muerte?
Sabrina enarcó sutilmente una ceja, escrutando el rostro de André.
-¿Acaso fuiste tú quien le envenenó la mente diciéndole que no solo nos negamos a ayudarlo sino que deseábamos su muerte?
André frunció el ceño y dirigió una mirada inquisitiva hacia su hijo.
-Thiago, ¿cómo te enteraste de algo así?
El pulso de Araceli se disparó bajo su piel.
“Le advertí repetidamente a Thiago que jamás revelara que fui yo quien se lo dijo.”
Pero el niño había hablado de todos modos.
“Los niños verdaderamente son incapaces de guardar secretos.”
“Estoy acabada.”
Desde el último incidente donde quedó expuesta, la actitud de André hacia ella había cambiado radicalmente; la confianza entre ambos se había resquebrajado.
Si André descubría su participación en este nuevo enredo, definitivamente cortaría todo lazo de confianza con ella.
-¡Lo descubrí por mí mismo! -exclamó Thiago con los ojos encendidos de rabia-. Aunque me sentía terrible, no estaba completamente inconsciente, mantenía cierta lucidez. ¡Escuché todo! Al oír estas palabras, Araceli finalmente exhaló con alivio.
Por fortuna, Thiago había mantenido su lealtad hacia ella.
-¡No desvíen la conversación, solo respondan si lo que escuché es verdad! -exigió Thiago, fulminando a Sabrina con la mirada.
Sabrina captó perfectamente el nerviosismo en los ojos de Araceli y su posterior alivio.
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Capitulo 149
Su mirada se ensombreció.
Era evidente la implicación de Araceli en todo este asunto.
-¡Es completamente falso! -Romeo saltó en defensa de Sabrina, apretando los puños-. ¡Todos presenciaron cómo la señorita Sabrina utilizó el aerosol para salvarte!
-¡Mentiras! Ese aerosol estaba inservible, ¡lo deseché hace tiempo! ¡Debieron llamar a un médico para rescatarme! -contraatacó Thiago.
Sabrina observó a Thiago con una frialdad que había suplantado cualquier vestigio de decepción. Su corazón se había acorazado completamente.
Este niño había perdido el rumbo definitivamente.
La única solución viable era cortar el vínculo de raíz.
-André, Romeo salvó la vida de tu hijo. Sin embargo, Thiago trata a su salvador como a un verdugo. ¿No tienes nada que declarar al respecto? -cuestionó Sabrina.
-Thiago estaba en un estado crítico, es comprensible que haya malinterpretado lo ocurrido -respondió André con gravedad en su voz.
-Confundir la realidad en ese momento es entendible, pero ha transcurrido considerable tiempo desde su alta médica y continúa tergiversando los hechos… ¿El señor Carvalho todavía considera esto normal? -replicó Sabrina con mirada impenetrable.
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