Capítulo 165
-¡No manches, qué chistoso! ¿Me vas a decir que ella es una reina disfrazada con identidad secreta? -Fabián se carcajeaba sin control-. ¡Ja! Seguro estás leyendo demasiadas novelas y ya te afectó la cabeza.
Daniela estaba a punto de estallar de rabia y quiso lanzarse contra él, pero Sabrina la sujeto del brazo.
-Ya déjalo, Daniela. El evento está por comenzar y no vale la pena perder tiempo con personas
así.
-¿Qué le pasa a este tipo? -masculló Daniela, aún furiosa.
-Quizá tiene a alguien muy enfermo cerca y se le contagió alguna enfermedad terminal -comentó Sabrina con tranquilidad calculada.
-Entonces mejor me alejo, no vaya a ser que me pase algo y luego me culpe de todo. Sabrina, Romeo, vámonos de aquí.
Daniela sabía que Sabrina y Romeo estaban a punto de presentarse. Si ahora se involucraban en una pelea, afectaría su desempeño en el escenario, y eso definitivamente no valdría la pena. Gabriel esbozó una sonrisa sutil antes de retirarse.
-Amigos, yo también me voy. No olviden pasar por un par de lentes cuando tengan tiempo.
Cuando se alejaron, Fabián no pudo contenerse y maldijo.
-¡Bah, pura basura!
Araceli observó fijamente la espalda de Sabrina mientras se alejaba y frunció el ceño con visible preocupación.
-André, ¿en serio Sabrina no sabe tocar el violín?
André negó con la cabeza.
-La verdad no lo sé, nunca la he visto tocar.
En ese momento, Thiago intervino con voz inocente.
-Una vez vi a mamá revisando partituras en casa.
Araceli giró rápidamente hacia el niño.
-¿Partituras? ¿Alguna vez te ha comentado algo sobre tocar el violín?
Thiago meditó unos segundos antes de responder.
-Mamá me habló de la abuela, dijo que era una violinista muy talentosa.
Araceli recordó que recientemente había visto un violín “Astra Aestiva” en una tienda de
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música. Ese violín había pertenecido a la famosa violinista Celeste, una de las más reconocidas en el mundo musical. Había obtenido incontables premios en competencias internacionales y, en su época dorada, era incomparable, siendo verdaderamente la reina indiscutible del violín. Sin embargo, siendo aún joven, falleció en el apogeo de su carrera, dejando un legado que muchos siguen lamentando. Las piezas que compuso se convirtieron en clásicos que trascienden el tiempo. Incluso hoy, algunas de sus composiciones son requisito indispensable en exámenes de nivel superior.
Cuando encontró el Astra Aestiva en aquella tienda, jamás relacionó a Sabrina con Celeste Ibáñez. Fue solo cuando Sabrina mencionó que el violín era herencia de su madre que Araceli quedó completamente impactada.
Tras escuchar esta información, Fabián lo descartó sin darle importancia.
-Que su madre tuviera talento no significa que ella también lo tenga. André y Thiago han dicho que nunca han visto a Sabrina practicar, ¿qué tan buena podría ser realmente?
Fabián notó la persistente preocupación en el rostro de Araceli e intentó tranquilizarla.
-Araceli, diez minutos en el escenario requieren diez años de práctica constante. Incluso estando enferma, mientras tu salud te lo permita, tú sigues practicando.
-Sabrina lleva años sin tocar el violín, ¿cómo podría superarte? Preocuparte por esto es completamente innecesario.
Araceli reflexionó un momento y comprendió que tenía razón.
Volvió su mirada hacia André.
-André, ¿la señorita Ibáñez accedió a prestarme ese violín?
-¿Violín? -preguntó Fabián con evidente curiosidad-. ¿De qué están hablando?
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