Capítulo 185
Desde su asiento entre el público, Daniela escuchó atentamente la interpretación de Araceli mientras su expresión se transformaba sutilmente.
“Esta Araceli no solo sabe hacerse la víctima, realmente tiene talento… Por el nivel de esta interpretación, debe tener al menos diez años de experiencia tocando.”
Gabriel, acomodándose en el asiento contiguo, comentó:
-Ya ves cómo arrasa en redes. Tiene una base de seguidores impresionante. Aunque claro, André ha movido sus influencias para promocionarla, pero hay que reconocer que tiene talento propio.
Daniela ya estaba al tanto de que Araceli era toda una “influencer“. Gracias a los constantes rumores sobre su relación con André, se había vuelto un nombre recurrente en internet, con seguidores extremadamente activos. Cada vez que Daniela revisaba noticias en línea, inevitablemente se topaba con publicaciones sobre Araceli, incluso videos de sus interpretaciones con el violín, aunque jamás se había dignado a verlos. Su prejuicio hacia Araceli la llevaba a pensar que solo era una manipuladora que jugaba el papel de víctima para captar atención, sin ningún talento real. Esos encabezados grandilocuentes como “prodigio del violin” o “la violinista más hermosa del país” le resultaban completamente absurdos.
-Solo quien carece de verdadero talento depende tanto de la publicidad en redes -pensaba Daniela.
No esperaba que Araceli realmente poseyera la habilidad suficiente para ingresar al prestigiosc Conservatorio de Música Santa Victoria. Esta apuesta de hoy, si hubiera sido contra cualquier persona ordinaria, podría haber terminado en derrota.
Gabriel, notando el prolongado silencio de Daniela, preguntó:
-¿No me digas que Sabrina va a perder esta vez?
Daniela regresó bruscamente a la realidad.
-¿Cómo crees? Reconozco que Araceli tiene talento, pero comparada con Sabrina, se queda muy corta.
Gabriel arqueó una ceja con escepticismo.
-¿De verdad Sabrina es tan buena como dices?
-¿Por qué te mentiría?
Gabriel mantuvo su expresión incrédula.
-Tú sabrás lo que dices, yo ni me meto. Si al final pierden, ni me vengan a reclamar que no les eché la mano.
Daniela frunció los labios visiblemente molesta.
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-¿Por qué nadie cree que Sabrina está a la altura? ¿Qué les pasa?
-No es que piense que Sabrina no sea buena, pero… aunque fuera extraordinaria, no ha tocado el violin en cinco años, ¿o sí?
Daniela tosió incómodamente.
-Sabrina ha estado practicando estos días… y aunque hubiera dejado de tocar cinco años, ganarle a Araceli no representará ningún problema.
Al pronunciar estas palabras, Daniela recuperó parte de su seguridad.
-Si vieras a Sabrina en su mejor momento, ¡la haría pedazos en un instante!
Tras la interpretación individual de Araceli, las luces laterales se encendieron gradualmente. La figura de Thiago emergió ante el público. Vestía un impecable traje negro, con el cabello meticulosamente peinado hacia atrás, proyectando la imagen de un pequeño caballero. Él y Araceli, uno en negro y otra en blanco, complementados por su cuidadoso arreglo personal, lograban que sus atributos físicos resplandecieran al máximo. El sutil cambio en la puesta en escena no afectó en absoluto el dominio de Araceli.
En otra sección del público, Luana observaba detenidamente a los dos artistas en el escenario y no pudo contener su admiración.
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