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La Guerra de una Madre Traicionada novel Chapter 95

Capítulo 95

¿Cómo podría atreverse a venir sola a negociar con él sin prepararse un poco?

Sabrina se detuvo en seco, contemplando con expresión impasible la silueta imponente del hombre que caminaba delante de ella. Sus labios se curvaron ligeramente antes de pronunciar sus palabras con una voz tan serena como calculada.

-Si estás dispuesto a liberar a Daniela, puedo entregarte el medicamento que Fernanda

necesita.

André se detuvo abruptamente. La tensión se materializó en cada músculo de su espalda antes de girarse con un movimiento brusco. Sus ojos brillaban con una intensidad cortante, como obsidiana pulida bajo la luz.

-Ya sabía yo que podrías conseguir el medicamento de mi madre.

Sabrina permaneció impávida ante la hostilidad que emanaba de André, como una roca firme ante la marea embravecida. Sus facciones no revelaron ni un atisbo de intimidación.

-El señor Carvalho siempre ha sido un hijo ejemplar, ¿no es así? Seguramente no permitirá que Fernanda continúe sufriendo esos terribles dolores sin hacer algo al respecto.

-Sabrina, cada día refinas más tus tácticas de negociación.

Una sonrisa tenue se dibujó en los labios de Sabrina, apenas perceptible pero cargada de significado.

-Los sentimientos tienen sus propias reglas, y las negociaciones las suyas. ¿Acaso el señor Carvalho no ha ignorado deliberadamente que Daniela es mi amiga para mantenerla cautiva?

-Simplemente estoy aprendiendo del gran maestro Carvalho el arte de sacrificar lo que uno ama por un bien mayor. ¿Encuentras algo reprochable en ello?

La naturaleza humana es ser hipócrita. Mientras el golpe no caiga sobre uno mismo, nunca se siente el dolor. Cuando él, por complacer a Araceli, la sometía a situaciones humillantes, ¿acaso consideraba cómo se sentía ella? ¿Y ahora que le tocaba a él probar su propia medicina, no podía soportarlo? ¿Acaso Araceli no solía forzar a André a elegir entre dos opciones? Bien, pues ahora le tocaba a André decidir entre dos alternativas. Verían si su madre pesaba más en la balanza o si prefería desahogar su ira por su verdadero amor.

André la observó fijamente durante un tiempo que pareció eterno. Sabrina sostuvo su mirada con una expresión transparente, sin parpadear ni desviar sus ojos ni por un instante. Después de lo que pareció una eternidad, André apartó la mirada, revelando en su rostro una profunda decepción que no intentó disimular.

Ella ya no esperaba nada de André, que pensara de ella lo que quisiera. La necesidad de justificarse ante él había quedado sepultada bajo el peso de sus acciones pasadas.

-Está bienconcedió finalmente André-. Trae el medicamento y liberaré a Daniela.

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Capitulo 95

Sabrina asintió con un gesto seco y preciso.

-De acuerdo.

Al día siguiente, Sabrina llegó con los primeros rayos del alba a una pequeña clínica de medicina homeópata. El establecimiento, diminuto y modesto, se ocultaba en las entrañas de un callejón recóndito que desafiaba cualquier intento de ser encontrado. Su letrero, castigado por los años, apenas conservaba trazos legibles de lo que alguna vez fue su nombre.

Al cruzar el umbral, una densa nube de aromas herbales la envolvió como un manto, penetrando en cada fibra de su ser. Un anciano de cabellera plateada, con lentes de lectura descansando sobre el puente de su nariz, examinaba meticulosamente unas hierbas entre sus dedos nudosos mientras anotaba observaciones en un cuaderno gastado por el tiempo.

Sabrina se aproximó con pasos cautelosos y habló con voz suave, casi reverente.

-Señor Castaño.

El viejo Hernán continuó con su tarea, sin dignarse a levantar la mirada de sus preciadas

hierbas.

-¿Otra vez vienes por medicinas? Te advertí claramente la última vez que sería la última ocasión que te las proporcionaría.

Sabrina moduló su voz, manteniendo un tono respetuoso y contenido.

-Quisiera pedirle al señor Castaño un favor

No había terminado de formular su petición cuando Hernán Castaño la interrumpió con brusquedad, su voz resonando con firmeza en el pequeño espacio.

-No, no y mil veces no. Desaparece de aquí inmediatamente.

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