Sorprendiendo al Bully novel Chapter 130

Libro 2 | La Vida Fabulosa de Jay: Capítulo 35

Mitzi

Laura me llamó con una gran sorpresa. Su esposo sabía sobre Evan. Quería apoyar a su hijo. Dios mío, las lágrimas que derramé al escuchar esto.

Tanto Jay como yo fuimos rechazados por nuestras familias por ser homosexuales. Aquí,

esta familia a la que hemos llegado a amar no solo nos consideraba parte de ella, sino que también aceptaba que uno de sus hijos fuera homosexual.

Estaba abrumada por esto. Así que, por supuesto, ayudaría a colar al papá de Evan en el espectáculo para que pudiera estar allí para apoyarlo. Lo que no esperaba era que Laura dijera que sus otros dos hijos se unirían a su padre.

-¡Laura, querida, eres la mamá más impresionante que he conocido! ¡Usando el drag para darles una lección a tus hijos! -le exclamé mientras traía a su esposo, Adam y Austin al condominio.

Estábamos hablando en privado en mi habitación, para que los hombres de su vida no escucharan.

-Ellos piensan que no sé que se emborracharon anoche. Por favor, ¿acampar? ¡Ninguno de ellos sabe cómo acampar! Les olí el alcohol–comentó Laura.

-Oh, mamá Laura, me encanta cómo piensas a veces. Entonces, ¿cuán femeninos hacemos a tus hombres? -pregunté con diversión.

-Sin ocultar, eso los asustará. Solo haz que se mezclen. Quieren mostrar su apoyo a su hermano, lo van a hacer para la disculpa de Jay sin revelar nada -explicó Laura.

-Tengo que llamar a algunos refuerzos, ya que tengo tres a los que darles un cambio de imagen drag–le dije.

-Estoy bien con eso. ¿Qué necesitas que haga mientras tanto? -quiso saber Laura.

-¿En serio, un vestido brillante en púrpura? -se quejó Austin a su madre.

-Universitario, ese vestido te quedará bien–afirmé.

-Papá no está usando un vestido, ¿por qué yo tengo que hacerlo? -protestó Austin.

-Tu papá está usando un mono, será mejor para su tipo de cuerpo. No les voy a dar un look

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drag de segunda categoría. Ahora ven aquí y deja de quejarte -le advertí.

Sonó el timbre y miré a Laura.

-Amiga, ¿te importa abrir? Deberían ser las chicas -le pedí.

-¿Las chicas nos van a ver así? -preguntó Adam, alarmado.

-Oh, a estas chicas no les importará, guapo -le respondí con una sonrisa.

Entraron tres de mis amigas drag, Karla Cooch, Tiffany Diamond y Shirley Divine. Las caras de los hombres de Laura se transformaron cuando vieron a mis amigas drag completamente

arregladas.

-¡Amigas! ¡Entren y ayúdenme! -les llamé.

-¡Oh, carne fresca! -exclamó Karla con picardía-. Soy Karla Cooch y estoy lista para hacer

que se vean espectaculares.

-Las cosas que haré por mis hijos -murmuró el esposo de Laura, sacudiendo la cabeza. -Oh, no te preocupes, osito. Cuando terminemos contigo, te enamorarás de lo hermoso que serás. Hola, mi nombre es Shirley Divine y es un placer conocerte -dijo Shirley con una

sonrisa.

-¿Hay alguna chance de que seas gay y soltero, guapo? -preguntó Tiffany a Austin.

-Mamá… -llamó Austin a su madre, incómodo.

-Relájate, guapo. En realidad, estoy casada con un hombre maravilloso. Solo me gusta hacer bromas. Creo que es maravilloso lo que están haciendo para mostrar su apoyo a su hermano al salir del armario. Si tan solo más familias mostraran este tipo de apoyo. Por cierto, soy Tiffany Shine, Brillante Como Un Diamante -comentó Tiffany con orgullo.

-Bueno, mis chicos y mi esposo están en buenas manos. No puedo esperar para tomar la foto familiar de esto -anunció Laura con entusiasmo.

-¡Mamá! ¡No lo harías! -exclamó Adam, horrorizado.

-Es un gran recuerdo y sí -afirmó Laura riendo.

Se acercó a su esposo, que estaba sentado, y le susurró:

-Te amo, solo no te pongas más guapo que yo. -Se inclinó y le dio un beso.

-Definitivamente, me lo vas a deber -murmuró él.

–Oh, lo haré valer la pena. Lo prometo con chispas de chocolate -aseguró Laura con

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picardía.

-¿Chispas de chocolate? ¿Eso es algo delicioso? -preguntó Karla, curiosa.

-El código de mamá y papá para el sexo -gimió Adam, avergonzado.

+10 Points

Stephan

-¡Ay! ¿Tienes que hacer eso? -me quejé mientras Mitzi atacaba mis cejas con pinzas.

-Sí, necesito quitar estos pelos rebeldes. Ahora sé un hombre y aguanta -replicó con

determinación.

La dejé continuar con su tortura en mi cara. Ahora sentía un nuevo respeto por mi esposa. Nunca me di cuenta de que literalmente se lastimaba para lucir hermosa para mí.

-¿Puedo preguntarte algo, Mitzi? -solté mientras ella seguía depilando.

-Claro que sí -dijo sin apartar la vista de su trabajo.

-No entiendo esto. No quiero sentir una barba cuando beso a alguien. ¿Crees que Evan será

feliz? -pregunté con sinceridad.

Mitzi dejó de depilar mis cejas y se sentó a mi lado.

-Papá Stephan, ya verás. Él será más feliz una vez que pueda ser su verdadero yo. Puede ser

difícil de explicar, pero cuando ocultas quién eres, realmente duele. Duele más cuando