13
Los casi 20 minutos que transcurrieron después fueron casi una prueba de supervivencia para los presentes dentro de la sala. A cada segundo el olor dentro de la habitación se hacía más fuerte dado que los dos lobos tanto se fulminaban con la mirada corno exudaban sus feromonas. Dixon no lo mostraba, pero deseaba que esto acabara pronto No estaba nervioso por el resultado del ritual, era seguro que saldría como hijo del alfa, tanto su físico como poder era similar a su padre. Pero tenía cosas que entender, como a su mate que estaba a pocas puertas de ellos. Mate que tenía el olor del lobo frente a él y que de alguna forma también la estaba reclamando. ¿Cómo se atrevia? Ella era de él. Y no, no la rechazaria, le haría entender el lugar de ella. A él no le arrebatarían nada otra vez. Tendría que hacer un trabajo fuerte con la loba, sin embargo, ella comprendería que debía cerrar las piernas a otros lobos y solo abrirselas a él. Por otro lado, Ethan solo estaba recostado contra la pared, con los brazos sobre su pecho. Su aire parecia relajado, así como su porte, pero nada más lejos de la realidad. Aquel proclamado alfa podría estar intentando esconder aquello, pero a su olfato nada lo engañaba. La loba que había marcado estaba dentro de aquellas paredes y pronto estaría de nuevo en sus brazos. Y no solo ella. Al abrirse la puerta nuevamente, un olor que le hizo casi grunir invadió la estancia con mucha más fuerza, el olor del anterior alfa. Sus garras comenzaron a salir. Su verdadero objetivo estaba cerca y se encargaría de él una vez terminara con este falso lobo que estaba tomando su lugar en todo.
Recuperaría la manada que por derecho le pertenecia, mataria al lobo responsable de todo su sufrimiento y viviría una vida plena al lado de la loba que tanto lo excitaba, su mate. Y con esa idea en su mente no dudó en caminar hacia la mesa donde hacían los preparativos, con un brillo peligroso en sus orbes.
Will, que era el que había estado a cargo de todo, había vuelto con una copa de cristal llena de agua y un pequeño cuenco con una mínima cantidad de sangre que había sido extraída del alfa anterior, con mucho cuidado dado su débil estado de salud. La copa fue puesta encima de la mesa delante del lobo más viejo. Y comenzó el ritual.
El lobo adulto dejó caer dos gotas de sangre del antiguo alía en la copa, separadas, y ambas mantuvieron su composición. La sangre era oscura y fuerte y el olor, a pesar de ser muy pequena cantidad era potente. – Tú, sé el primero – le indicó a Ethan que se acercara.
El lobo lo hizo con confianza y sacando una garra completamente de pinchó un dedo y dejó caer una gota de sangre al lado de una de las que estaba allí. Al momento la tensión en la sala comenzó. Dixon no se había opuesto a que fuera el primero, así terminarían más rápido. Estaba seguro que solo era un farsante…, pero…, tuvo que tragarse sus pensamientos cuando las gotas de sangre de diferente dueño se fusionaron entre si, sin ningún problema y la coloración se volvió completamente negra, simbolo de la compatibilidad sanguinea. Algo que solo ocurría entre los miembros de la misma línea.
Un silencio incómodo inundó la habitación hasta que fue el mismo Ethan el que lo rompió en dirert tón a lixoti.
-¿Y bien, qué tienes que decir ahora… alfa?- soltó con muy marcada ironía y prepotencia, el título otorgado al otro lobo – Me parece que estás ocupando un lugar erróneo. Sin embargo, Dixon, en vez de explotar en cólera dio un paso hacia la copa y se abrió su propia piel, no dejándose intimidar por lo dicho por aquel lobo rubio. No perdería la calma, no se rebajaría. Algo debía estar mal. Y así su sangre cayó dentro de la copa. No fue sorpresa para él que el procedimiento fuera igual, lo que si llamó la atención fue que toda la sangre dentro de la copa se fue uniendo, como una sola mancha en el agua y después se volviera tan negra y brillantes hasta cristalizarse en una piedra, que descendió hasta el final. Los presentes solo pudieron apreciar este fenómeno con impresión e indignación a la vez. Lo que acababa de ocurrir solo arrojaba un resultado. Aquellos dos lobos eran hermanos, pero no simples hermanos, por la compatibilidad eran gemelos. E hijos del alfa. Ahora la situación era aún más tensa, pues había solo una manada, un puesto y dos lobos luchando por él.
Comments
The readers' comments on the novel: Destinada a los gemelos alfas