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Destinada a los gemelos alfas novel Chapter 76

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Dixon ya no sabía cómo caminar por la casa. Sus pies estaban en carne viva cubiertos por vendas y aun con su rápida facilidad para curarse no le había dado tiempo a que la carne se reconstruyera. Sus manos en igual estado. Había enormes ojeras y su cabello estaba completamente enmarañado. Alrededor de los muebles de la oficina estaban destrozados, con marcas de garras o partes partidas. Él, se encontraba sentado en el único butacón que no había volcado pero que sus garras ya habían astillado la madera del reposabrazos.

Su pecho estaba apretado. No sentía a su loba, era como si ella estuviera muy lejos, tampoco la habían encontrado, por mucho que la hubiera buscado. Era como si hubiera algo que no les dejara llegar a ella.

Y durante toda la noche había estado un sentimiento de angustia que lo había hecho derramar lágrimas de sus ojos. No supo si era realmente él el que estaba llorando, pero solo le pudo venir la idea a su cabeza que había sido su loba la que había pasado por algo que la había hecho sufrir. ¿Dónde estaba Clara? ¿Dónde estaba su mate? La extrañaba, la necesitaba a su lado en ese momento. Tenía que tocarla, que besarla, que sentir su calor, y mientras más tiempo pasaba separado de ella peor era la sensación. Unos pasos se escucharon acercándose a él y alzó la mirada. -Alfa- Will se mantuvo a la distancia sin intenciones de estar muy cerca del lobo. Las feromonas inundaban toda la habitación de forma densa y violenta. Era realmente un suicidio entrar solo en aquel lugar. Tragó en seco sonoramente.

-¿Qué quieres? – Dixon no tenía paciencia para tratar con el lobo ni con nadie. Solo estaba en aquella habitación descansando porque sus patas cuando se trasformaban estaba casi destruidas de correr por horas y horas de forma brutal.

– Aún no tenemos noticias pero seguiremos buscando. Ella de seguro aparecerá- Will insistió.

-Claro que Clara va a aparecer- Dixon tenía sus colmillos desenfundados – Ella es mi mate, la luna de esta manada, la loba que llevará mis cachorros y estará a mi lado por el resto de su vida, claro que la voy a encontrar- recalcó de forma dominante y con un tono de advertencia Así que mantén la distancia de ella cuando regrese- si, era una advertencia.

Will bajó la mirada apretando sus manos como puños.

– Alfa, tengo otra cosa que comentar- su voz era más baja. – Habla rápido – Dixon se apretó el entrecejo, no podía creer que hubiera algún problema más, porque no tenía cabeza.

Will se mantuvo en silencio un largo minuto para hablar después, como si hubiera pensado bien lo que iba a decir.

-Alfa, creo que su hermano… puede aprovechar este momento para revelarse contra usted y tomar su lugar-notó que el alfa se ponía tenso – Es un momento vulnerable, bien es sabido la importancia de los mates para nosotros los machos, y él desde el inicio estaba buscando un modo de hacerse de la posición de alf…

-Cállate – Dixon no grito, pero su voz fue tan grave que resonó en las paredes y el beta se estremeció de pies a cabeza – Sal de aquí, no quiero escucharte.

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