Capítulo 223
Raquel levantó el pie, lista para avanzar.
Sin embargo, en ese momento, sonó una llamada melodiosa en su teléfono celular. Era el abogado Inocencio quien la estaba llamando.
-¡Hola, señorita Raquel! Ha surgido un problema en la comisaría, ¡debería venir inmediatamente!
Raquel sintió un sobresalto en su corazón. ¿Qué podría haberle sucedido a Laura?
Se giró rápidamente y salió corriendo hacia allí.
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Raquel llegó a la comisaría y el abogado Inocencio la recibió rápidamente. -Señorita Raquel.
-¿Qué le ocurrió a Laura?
La voz de Raquel se detuvo repentinamente, pues vio una figura conocida: ¡Nahia había llegado!
Hoy, Nahia llevaba un conjunto de lujo, acompañada de un grupo de personas. Además, esta vez se encontraba con dos abogados a su lado.
Nahia se acercó a Raquel, esbozando una sonrisa que denotaba satisfacción. -Raquelita, escuché que viniste a sacar a Laura bajo fianza, pero olvídalo, tu buena amiga se quedará aquí para siempre, ¡no saldrá jamás!
El abogado Inocencio susurró: —Señorita Raquel, hoy Nahia ha traído a dos abogados, ambos de los mejores de Grupo Díaz, un equipo legal de élite que nunca ha perdido un caso. Rechazaron nuestra solicitud de fianza. Con la intervención de Grupo Díaz, la situación de la señorita Laura se ve muy complicada.
Raquel miraba con una expresión fría. No esperaba que Alberto apoyara tanto a Nahia.
Nahia miró a Raquel con una sonrisa maliciosa. -Raquelita, ya sabes de la relación que tengo con el presidente Alberto, ¿verdad? Lo siento, sé que el presidente Alberto es tu esposo, pero él no te quiere. Yo y el presidente Alberto no podemos evitar lo que sentimos.
Raquel la observó en silencio, sin decir una palabra.
De repente, Nahia bajó la voz y sonrió, -Raquelita, también sé que hace poco te reconciliaste con el presidente Alberto…
Raquel se estremeció. —¿Cómo lo sabes?
Capitulo 223
Nahia levantó una ceja, -Claro, ¡me lo contó el presidente Alberto!
¿Alberto le había contado eso a Nahia?
-Raquelita, el presidente Alberto también me dijo que en la cama eres torpe y aburrida, que no tienes ningún encanto. Después de dormir contigo una vez, no quiso repetir.
-Pero yo soy diferente. Yo lo complazco muchísimo, el presidente Alberto me dice que soy su pequeña demonio. Él dice que le gusto.
Raquel sintió que su cuerpo se congelaba.
¿De verdad dijo eso?
-Raquelita, el presidente Alberto es tan maravilloso. Yo quiero estar con él. Eres mi mejor amiga, y sé que me apoyarás. Estoy segura de que me darás tu bendición.
Con esas palabras, Nahia se dio la vuelta, seguida de su grupo, y se alejó rápidamente.
Raquel quedó sola en el mismo lugar.
En ese momento, el abogado Inocencio habló: -Señorita Raquel, si luchamos directamente contra Grupo Díaz, no podremos ganar. Así que, para salvar a la señorita Laura, solo podemos
acudir al presidente Alberto.
¿Ir a ver a Alberto?
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