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El CEO se Entera de Mis Mentiras novel Chapter 251

Capítulo 251

Después de decir eso, Alberto se dio la vuelta y se marcho.

Nahia estaba completamente sumida en un miedo que la abrumaba. En un momento de ambición, había fingido ser Raquel, y ahora Alberto le reprochaba que esa había sido la peor decisión de su vida.

Su vida se había derrumbado en un abrir y cerrar de ojos.

Nahia miró a Fermín, y en ese momento, Fermín era su última esperanza.

Aunque Fermín no provenía de una familia rica, era trabajador y había hecho todo lo posible por ayudarla. En los últimos años, le había invertido más de cien mil dólares, y siempre que surgía algún problema en su familia, Fermín era quien se encargaba de solucionarlo. Era fundamental.

-Fermín, perdóname por favor, todo es mi culpallévame a casa, estaré bien contigosi estoy a tu lado me siento segura. —dijo Nahia entre lágrimas, mientras tomaba la mano de Fermín.

Pero Fermín la apartó con fuerza. -Nahia, ya no puedes quedarte en Solarena. Has tocado fondo, y ahora, te estas volviendo dependiente de . Ya se lo que pretendes. Alguien tan codiciosa como no merece nada.

Fermín se dio la vuelta y comenzó a caminar.

-Nahia, ¡no te vayas! ¿No lo recuerdas? Estoy embarazada de tu hijo, ¡no puedes abandonarme!

Fermín miró su vientre. -El niño es solo una herramienta para ti. No eres capaz de ser madre. Para el bien de ese niño, ve al hospital y arregla ese error.dijo, antes de irse decidido.

Nahia había perdido todo.

Su sueño se había hecho pedazos. Ya no tenía nada.

-¡No! ¡No puede pasarme esto! ¿Qué voy a hacer? -gritó Nahia entre lágrimas.

Raquel, junto con Camila y Laura, había cenado en un restaurante cercano, y las tres salieron juntas.

-Raquelita, ¿cómo habrá estado el cumpleaños de Nahia?

-El presidente Alberto asistió a su fiesta, y ella está embarazada de su hijo. Su future es prometedor.

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¡El presidente Alberto es un hombre despreciable!

Camila y Laura no dejaban de hablar mal de Alberto y Nahia.

Raquel sonrió, pero en ese momento, de repente, escucharon gritos al frente: -¡Detente por favor! ¡No corras!

Una persona corría rápidamente hacia ellas y cayó justo delante de Raquel.

Raquel miró hacia abajo, sorprendida.

La persona que había caído no era otra que Nahia.

Nahia estaba completamente sucia, con el cabello revuelto, y su ropa tierra llena de tierra y lagrimas.

Algunos fanáticos la perseguían desde atrás, gritando e insultándola: —¡bruja mentirosa, mentirosa, no corras!

-¿Nahia?

Camila y Laura miraron a Nahia, asombradas.

Nahia ahora se había convertido en una marginada, todos la señalaban y estigmatizaban. No podía creer que, al huir, había caído justo frente a Raquel.

Su dignidad se había desmoronado, y lo único que le quedaba era la vergüenza, el dolor y el caos. En ese instante, Nahia recordó cómo Raquel había corrido a su lado para ayudarla cuando tuvo problemas en el Hotel La Luna Dorada.

En ese entonces, Raquel realmente la había tratado como amiga.

Con los ojos rojos, Nahia se levantó y comenzó a correr. —¡No me persigan!

Camila y Laura se quedaron paralizadas. —Raquelita, ¿esa es Nahia? ¿qué le pasó?

Raquel observaba la figura de Nahia, también confundida. ¿Qué habría sucedido?

Las tres regresaron al dormitorio. Encendieron la televisión, que transmitía Decorando ando. Cuando de repente comenzó una primicia

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