Capítulo 301
Camila se quedó pasmada al ser jalada. -¿Qué… qué quieres decir?
Alarico miró a Héctor y luego volvió la vista hacia Camila. -¿Qué relación tienes con él?
Camila soltó una risa incrédula y zafó con fuerza la mano de Alarico. -Alarico, ya rompimos nuestro compromiso. ¿Con qué derecho me haces esa pregunta? ¡No olvides que tu novia ahora
es Elena!
Elena ya había corrido hacia ellos. Hace un momento, Camila fue tras Héctor, y sorprendentemente, Alarico también la siguió.
Él había corrido tras Camila. Por primera vez, él fue quien la buscó.
Elena estaba en shock.
Con los ojos llenos de tristeza, míró a Alarico.
Pero él ni siquiera la volteó a ver. Alarico fulminaba con la mirada a Camila. – Camila, no me vengas con excusas. Te estoy preguntando: ¿desde cuándo estás con Héctor? ¿Me traicionaste?
¿Traicionarlo?
Él había estado coqueteando descaradamente con Elena, destrozándole el corazón. Por eso ella salió sola y terminó encontrándose con el Demonio de la Noche Lluviosa. Si no hubiera sido por Héctor, ya estaría muerta.
Camila respondió con frialdad: -Alarico, no tengo ninguna obligación de responderte. Y que te quede claro: ya no me gustas.
-¿Entonces quién te gusta? ¿El? -Alarico miró a Héctor con furia.
Camila quiso responder, pero Héctor ya se había dado la vuelta y empezaba a alejarse.
-¡Héctor, espera! -Camila intentó correr tras él.
En ese momento, Alarico se plantó frente a Héctor, bloqueándole el paso. -¿Quién te dio permiso para irte?
Héctor se detuvo, Hasta entonces había guardado silencio, con una actitud distante como si no fuera con él. Pero ahora alzó la vista, lo miró de reojo y soltó una palabra helada: -Lárgate.
Le dijo que se largara.
Alarico apretó el puño, furioso. Era el heredero de la familia Ramírez. Nadie se atrevía a
hablarle así.
Detestaba a Héctor. Siempre fue un estudiante brillante, con un equipo de tutores a su
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disposición. Todos creían que él sería el número uno en el examen nacional. Pero Héctor, ese caballo negro, lo superó.
Alarico había investigado a Héctor. Se enteró de que un día antes del examen, Héctor todavía estaba trabajando en una obra de construcción.
Un don nadie… y aun así lo venció.
-Héctor, ¿y tú qué? ¿Muy valiente? Si tienes agallas, enfrentémonos en la cancha. ¿Te atreves a jugar basquetbol conmigo?
Alarico lo retó directamente. Quería derrotar a Héctor delante de Camila. Estaba convencido de que Héctor no era rival para él.
¡Guau!
Los estudiantes alrededor se alborotaron al instante.
-¡Dios mío! ¿Los dos galanes de la Universidad del Futuro van a enfrentarse?
-Todo es culpa de Camila. ¡Se van a pelear por ella!
-¿Y ya olvidaron quién era la protagonista de hoy? ¡Era Elena!
-Pero seamos honestos, desde que Camila se quitó la marca de nacimiento, su belleza le da
mil vueltas a la de Elena.
Elena no podía creer cómo se había salido todo de control. Alarico había desafiado a Héctor… ¡ por Camila!
Miró el delicado rostro de Camila, tan hermoso y suave. Llena de celos, se clavó las uñas en la palma de la mano.
¿Quién hubiera imaginado que esa chica fea se convertiría en una belleza?
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