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El CEO se Entera de Mis Mentiras novel Chapter 307

Capítulo 307

Su familia había recibido muy temprano la invitación para el Foro Académico Cumbre, y todas querían ir a ver a esa chica prodigiosa.

Ninguna podía imaginar cómo sería esa prodigiosasa muchacha. ¿Por qué era tan

extraordinaria?

Ana aún iba del brazo de Alberto. Solo con mencionar a la chica prodigiosa, su corazón hervía

de celos.

Ahora toda Solarena tenía la mirada puesta en esa chica; todos esperaban con ansias verla aparecer junto a Alberto por primera vez, y pasado mañana ella misma planeaba comprobarlo con sus propios ojos.

Raquel estaba parada a un lado, con sus ojos claros y profundos observando a los presentes con una expresión entre sonrisa y ironía. De repente, la situación le pareció hasta graciosa.

Curvó ligeramente sus labios rojos y soltó una pequeña risa.

Pero pronto sintió una mirada intensa clavada en su rostro. Al alzar la vista, se encontró directarnente con los fríos ojos de Alberto.

Él no había dejado de mirarla.

Raquel apartó la mirada de inmediato.

María retomó la conversación. -Raquelita, ya que el profesor Nicolás te ha expresado sus sentimientos, deberías salir con él estos días para fortalecer la relación. Luego fijamos de una vez el compromiso.

Raquel miró a María. Su madre que estaba apurada, parecía ansiosa por casarla con Nicolás cuanto antes, solo para despejarle el camino a Ana.

Raquel miró a Nicolás. -Profesor Nicolás, lo siento. Entre nosotros no hay ninguna

posibilidad. No pierda su tiempo conmigo.

En cuanto terminó de hablar, todos quedaron perplejos.

Doña Sara fue la primera en reprenderla: Raquel, ¿estás loca? ¿Cómo se te ocurre rechazar al profesor Nicolás?

Rosa agregó: -Raquel, el profesor Nicolás ya dijo que quería llevarte al Foro Académico Cumbre para que conocieras el ambiente. ¿sola crees que podrías entrar?

María insistió: -Raquelita, el profesor Nicolás no se ha quejado de que no tengas estudios ni trabajo, ¿y tú todavía te das el lujo de rechazarlo?

Capitulo 307

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Ana también pensaba que Raquel no sabía lo que tenía. Esta vez, Nicolás era una opción ideal en todos los aspectos: tenía título universitario y era maestro con plaza fija. Si no fuera por lo guapa que era Raquel, Nicolás jamás se habría interesado en ella.

Todos comenzaron a criticar a Raquel, y ella pudo sentir que lo hacían desde el fondo del corazón, porque realmente creían que estaba intentando aspirar por encima de sus

posibilidades con Nicolás.

Raquel curvó los labios: -Lo siento, les agradezco su buena intención, pero¡ya tengo novio!

Raquel anunció públicamente que tenía novio.

Todos se quedaron en shock.

-Raquel, ¿cuándo conseguiste novio?

-¿Quién es tu novio, Raquel?

Ana no pudo quedarse callada. No sabía con qué saldría ahora Raquel. Con tono sarcástico, dijo: -Raquel, ya

que tienes grandes aspiraciones. ¿No quieres casarte con un maestro y prefieres a un millonario, verdad?*

Mientras hablaba, miró a Alberto que estaba a su lado: -Alberto, estás rodeado de empresarios exitosos, ¿por qué no le presentas uno a Raquel?

Alberto miró a Raquel. No hacía mucho que se habían divorciado. ¿De verdad tenía novio?

Raquel le lanzó una mirada a Ana, y luego posó sus ojos en el rostro apuesto y distinguido de Alberto. Aún recordaba que, en aquella pequeña estación, él le había dicho que si encontraba un buen empresario, se lo presentaría.

—No hace falta molestar al presidente Alberto -Raquel levantó las cejas. ¡Mi novio ya es muy rico!

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