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El CEO se Entera de Mis Mentiras novel Chapter 322

Capítulo 322

Cada quien regresó a su habitación. Raquel dejó el equipaje y sacó su celular. Al abrir WhatsApp, vio una solicitud de amistad de Alberto.

Él quería agregarla como contacto.

Ya estaban divorciados, y ahora él estaba con Ana. Raquel no quería volver a enredarse con él.

Así que no aceptó la solicitud.

Raquel abrió la puerta de su habitación y salió. Justo en ese momento, Santiago salía del cuarto de enfrente. Santiago sonrió y dijo: -Raquel, estoy justo enfrente. Si necesitas algo, solo llámame.

Raquel esbozó una sonrisa leve: -Está bien.

Raquel, Santiago y los demás compañeros salieron del hotel. Justo frente a ellos se extendía el vasto e infinito mar.

En ese momento, Santiago dijo: -Raquel, está nevando.

Raquel levantó la vista. De repente, copos de nieve grandes como plumas comenzaron a caer del cielo. , estaba nevando de verdad.

La calle estaba casi desierta, y la nieve caía en silencio desde lo alto, cubriendo rápidamente el suelo con un manto blanco.

Frente a ellos, las olas embravecidas golpeaban la costa una tras otra. El contraste entre el azul del mar y el blanco de la nieve formaba una escena majestuosa, un paisaje de ensueño.

Raquel vestía un abrigo largo y blanco de plumas, que envolvía su figura delicada. Su pequeña nariz y el contorno de sus ojos, tan claros como la nieve, ya estaban enrojecidos por el frío. A pesar del viento cortante, avanzó paso a paso.

Ella vio la nieve en Villa Santarena.

Era tal como su papá lo había descritotan hermosa.

Pero también tan fría.

-Dios mío, este lugar es maravilloso.

Todos salieron corriendo, felices, a disfrutar del paisaje nevado.

Los ojos claros de Raquel se llenaron de una neblina cristalina. Se acercó a la orilla del mar, llevó ambas manos a la boca y gritó con todas sus fuerzas hacia el horizonte: -¡Papá, no pudiste venir a Villa Santarena, yo vine por ti!

que

Capitulo 322

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Las olas gigantes se estrellaron contra la torre, produciendo un estruendo sobrecogedor. Tal vez, ese romance invernal era la mejor respuesta de su padre.

En ese instante, Raquel se sintió liberada. Liberada del dolor de no haber sido amada desde que su padre se fue.

Santiago la observaba desde atrás. Para él, ningún paisaje nevado era tan hermoso como Raquel.

A su lado, Tomás lo empujó y le dijo: -¿Qué haces ahí parado? ¡Ve con ella! El invierno se hizo para ver la nieve con la persona que amas.

Santiago quiso acercarse, pero de pronto recordó algo. -Vuelvo en un momento.

Y salió corriendo de regreso al hotel.

Raquel extendió su pequeña mano, dejando que los copos de nieve cayeran uno a uno en su palma. Sus ojos, tan puros y delicados, brillaban de alegría.

Pero entonces, una sombrilla negra se abrió sobre su cabeza. Alguien la estaba protegiendo de

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