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El CEO se Entera de Mis Mentiras novel Chapter 340

Capítulo 340

Raquel guardó el botiquín de primeros auxilios y salió.

Cuando llegó, observó el terreno; allí había hierbas medicinales, y podría recoger algunas para hacer que Raúl perdiera la memoria.

Raquel se agachó para recoger las hierbas, cuando escuchó pasos detrás de ella. Al volverse, vio

a Carlos.

Carlos la había seguido.

Raquel, sorprendida, dijo: -¿Qué haces siguiéndome? Has perdido mucha sangre, mejor descansa un poco.

Carlos estaba de pie, mirándola desde lo alto. Observaba su pequeño y hermoso rostro, que, a pesar de estar vestida con ropa de campesina, no podía ocultar su belleza celestial. —Me quedaré contigo. Me temo que podría haber otro Raúl.

Raquel sonrió, levantando los labids rojos, y se burló: -Ya me divorcié de Alberto, así que, aunque pase algo con otro hombre, no te preocupes, no estoy traicionando a nadie. No necesitas seguirme.

Carlos apretó los labios. -No es por Alberto.

Raquel lo miró. Carlos era extremadamente guapo. Como único hijo de la familia González, tenía mucho poder en Solarena y era el típico joven heredero de una familia adinerada, disfrutando de lujos y comodidades.

Ahora, él se veía algo desaliñado, con heridas en las piernas y los brazos, y su rostro pálido, pero eso no afectaba su atractivo.

A diferencia de Alberto, quien tenía un porte elegante, Carlos parecía sacado de un cómic.

Raquel se sorprendió aún más. Si no era por Alberto, ¿por qué lo seguía?

-¿Acasote importami bienestar?

Al escuchar esto, Carlos mostró una expresión de desagrado. Levantó con arrogancia su bello mentón. -¿Qué estás pensando, Raquel? ¿Te parece que me importas? ¿Acaso no te da

vergüenza? ¿Cómo podría yo preocuparme por ti?

Raquel se quedó en silencio por un momento.

-Solo lo dije en voz alta. que el Sr. Carlos no se preocupa por . Todos sabemos que me odias. La que te gusta es tu Ana.

Carlos no dijo nada.

Capitulo 340

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Raquel, con cuidado, guardó las hierbas en su bolsillo. Pero, ¿por qué había explosivos en el yate? ¿Por qué estaban en cuenta regresiva? ¿Quién quería matarme? No, mejor dicho, ¿quién quería matarnos? ¿Lo has pensado?

Carlos, con las manos colgando a los lados, apretó los puños, evitando pensar en Ana.

–Cuando regrese, investigaré a fondo este asunto.

Raquel no dijo más. Carlos no era tonto, sabía que la conversación debía terminar ahí.

Carlos la observó mientras ella, con gran destreza, recogía las hierbas. No pudo evitar preguntar: -Raquel, ¿estudiaste medicina?

Parecía tener una gran habilidad médica, incluso podía curar huesos rotos.

Raquel asintió. —Sí, Alberto me envió a la Universidad del Futuro a estudiar medicina.

Carlos se detuvo un momento y luego dijo: -Raquel, ¿estás presumiendo?

-¿Presumiendo? ¿De qué?

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