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El CEO se Entera de Mis Mentiras novel Chapter 378

Capítulo 378

Colgando el teléfono, Héctor se giró y corrió.

Camila: ¡Héctor, adónde vas, espera por !

Camila intentó seguir a Héctor.

Pero Alarico la agarró de un tirón, -¿Para qué la sigues? No tienes permiso para ir.

Camila se lo sacudió de encima, -¡No te metas!

Camila rápidamente siguió a Héctor.

Alarico apretó los puños llenos de rabia.

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Camila siguió a Héctor hasta un pequeño hospital, Juliana yacía en una cama blanca, aún sin recuperar la conciencia.

Fernanda, a su lado, no paraba de llorar, tan asustada que estaba pálida, mientras una vecina consolaba a Fernanda.

Héctor se acercó de inmediato, -¡Fernanda!

-¡Héctor!Fernanda, con su cuerpo delgado, se lanzó a los brazos de Héctor, llorando desconsolada, Héctor, por favor, revisa a mamá, no despierta, por más que la llamo.

Héctor intentó consolar a Fernanda y luego miró hacia la cama donde yacía Juliana, —¡Mamá!

Juliana no respondió.

La vecina dijo, -Héctor, deberían llevarla rápido a un hospital grande para tratarla. El médico que vino hace un rato dijo que Juliana necesita tratamiento urgente, pero las camas en el hospital grande están escasas. Aún no sabemos qué médico es bueno. ¿Qué vamos a hacer?

La vecina suspiró, recordando que el padre de Héctor había fallecido hace tiempo, y que él era quien mantenía a su madre y hermana. Realmente las desgracias parecen caer sobre los más vulnerables.

Héctor aún no había hablado cuando Camila llegó corriendo apresuradamente, -Tengo una solución, conozco a alguien en el hospital grande, yo me encargo.

Fernanda, llorando, la miró, -Camila.

Camila sacó su teléfono, Fernanda, no tengas miedo, lo arreglo ahora mismo.

Héctor le sujetó el celular.

Capitulo 378

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Camila lo miró a los ojos, -Héctor, no es el momento de formalidades, con una llamada lo puedo arreglar.

Héctor guardó silencio por unos segundos y luego retiró su mano.

Camila inmediatamente hizo la llamada, -Hola, papá.

Después de colgar, Camila miró a Héctor, -Listo, ya viene alguien.

Efectivamente, pronto llegó un equipo de profesionales médicos vestidos de blanco, quienes levantaron a Juliana, quienes transladaron a Juliana a una ambulancia y partieron.

El médico miró a Camila: -Señorita Camila, los signos vitales del paciente están relativamente estables. Ya se le ha colocado en ventilación mecánica. Joaquín, de Hospital San Juan de Dios, ya está esperando. Tan pronto como llegue, le harán un examen completo.

Camila asintió: -Está bien.

Luego, miró a Héctor y Fernanda. -Vamos juntos al Hospital San Juan de Dios.

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