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El CEO se Entera de Mis Mentiras novel Chapter 381

Capítulo 381

-Parece que Dios escuchó mis plegarias; en un abrir y cerrar de ojos, han pasado cuatro años. Héctor ha crecido y se ha hecho adulto, y que mi tiempo también se está acabando. Camila, ¿ cuánto tiempo me queda?

Los hermosos ojos almendrados de Camila se cubrieron con una capa de lágrimas brillantes. Señora Juliana, le quedan aproximadamente dos meses.

Juliana murmuró suavemente: -Dos mesesparece que ni siquiera podré ver a Fernanda terminar sus exámenes de secundaria.

Camila inmediatamente tomó la mano de Juliana con firmeza. -Señora Juliana, no se preocupe; ya le pedí a Joaquín que le la mejor medicina. Vamos a luchar para conseguir más tiempo.

Juliana miró hacia Camila. -Camila, te debo mucho por esta vez que fui al hospital. Aunque somos pobres, no nos gusta estar en deuda. Hoy me darán de alta, y no será necesario molestarte más.

-Señora Juliana

Camila sabía que no podía convencer a Juliana. Al igual que Héctor, Juliana tiene su orgullo.

Camila no dijo nada más, pero seguiría ayudando en secreto; los medicamentos importados no solo reducirán el dolor de Juliana, sino que también podrían darle más tiempo.

-Camila, por favor, no le digas a Héctor ni a Fernanda sobre mi estado de salud.

-¿Por qué? Creo que

–Camila, si Héctor se entera, hará todo lo posible por tratarme, pero yo conozco mi

cuerpo, es inútil. No hay que malgastar dinero, ni mucho menos aumentar la carga para Héctor, quien ha vivido conmigo sin disfrutar de la vida.

Al ver que Juliana estaba decidida, Camila optó por respetar su decisión. —Está bien, guardaré

el secreto.

-Camila, realmente te lo agradezco mucho.

Camila inhaló por sus narinas rojizas. -Señora Juliana, es usted quien es demasiado cortés. Fue Héctor quien me salvó; sin él, yo ya estaría muerta.

La inocencia de Camila hizo sonreír a Juliana.

-Ah, Señora Juliana, ¿dónde está Héctor?

-Entró a ducharse; debería salir pronto.

Capitulo 381

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Héctor había vuelto corriendo desde el sitio de construcción, todo cubierto de suciedad, lo que ya había atraído miradas en el hospital mientras esperaba.

Siempre se limpiaba completamente antes de llegar a casa porque no quería que su familia lo

viera sucio.

El cuarto VIP del hospital tenía su propio baño, y Héctor aprovechó para darse una ducha.

Camila recordó cómo él había cargado muchos sacos de cemento hoy y cómo sus hombros debían dolerle, así que de inmediato buscó a Joaquín para conseguir una medicina muy efectiva.

Con la medicina en mano, Camila llegó a la puerta del baño y levantó la mano para tocar la

puerta.

Pero la puerta no estaba cerrada, y se abrió antes de que pudiera tocarla.

¿Él ya no estaba adentro?

Camila empujó la puerta y entró. -Héctor,

En el siguiente segundo, Camila vio a Héctor, que acababa de salir de la ducha, vestido solo con unos pantalones largos negros y el torso desnudo.

Ya había visto su buena figura la última vez en el vestuario, sus anchos hombros y abdomen

definido. La imagen de este hombre guapo saliendo de la ducha impactó su visión, haciéndola exhalar suavemente y cubrirse los ojos con ambas manos. —¡Túpor qué no llevas ropa!

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