Capítulo 431
¿Él ha visto a “El Invencible”?
Alberto no sabía esto, miró profundamente a Raquel con una mirada penetrante, siempre sintió que Raquel estaba escondiendo algo de él.
Ahora los ojos de Raquel brillaban intensamente, tan resplandecientes que Alberto sentía un cosquilleo en el corazón.
En ese momento, doña Sara y María salieron, doña Sara llamó. —Raquel.
Raquel miró hacia doña Sara. —Doña Sara, ¿me necesitaba?
Doña Sara observó a Raquel. -Raquel, has llevado las cenizas de tu padre de vuelta, ¿las has colocado bien?
Al mencionar esto, Raquel soltó una risa fría. -Doña Sara, ¿realmente te preocupas por sus cenizas?
-Raquel, ¿cómo hablas así? Diego después de todo fue mi primer hijo, soy su madre.
-Doña Sara, mi padre ya no está, ¿a quién le dices esas palabras? Mi padre ni siquiera era tu hijo biológico, lo adoptaste.
Doña Sara y María se quedaron rígidas, no esperaban que Raquel ya supiera esto.
María preguntó. -Raquel, ¿cómo lo supiste?
Raquel avanzó dos pasos, acercándose a doña Sara y María. -Doña Sara, en aquellos tiempos estabas ansiosa por quedar embarazada para consolidar tu posición en la familia, pero como no podías quedar embarazada, te viste obligada a adoptar a mi padre. Justo cuando mi padre llegó a casa Pérez, quedaste embarazada, te embarazaste de Alejandro, en realidad Alejandro es tu primer hijo, y Ricardo tu hijo menor, ambos son tus hijos más queridos.
-Siempre has sido parcial, mi padre sabía que no era tu hijo biológico, por eso siempre cedió, realmente te consideraba su madre, fundó su propio negocio, apoyó de todo corazón a sus dos hermanos menores, te respetó, nunca falló como hijo ni como hermano, ¡ya ha pagado tu deuda de adopción!
Estas palabras de Raquel cayeron con fuerza, doña Sara y María dieron un paso atrás.
Realmente no esperaban que Raquel supiera sobre aquel pasado, ¿cómo podría Raquel haber descubierto todo eso?
Raquel volvió a mirar a María. Mi padre realmente te quería, se casó contigo, te cuidó y te mimó, como esposo nunca te falló, ¿pero qué le hicieron ustedes a cambio?
2/2
María, como si alguien le hubiera pisado la cola, saltó de repente. -Raquel, ¿qué quieres decir con esas palabras?
-¿No está claro en sus corazones lo que quiero decir? Ustedes saben lo que le hicieron, no entiendo cómo pueden vivir tan tranquilos disfrutando de la riqueza que él dejó atrás. ¿Nunca han soñado con él viniendo a vengarse en sus sueños nocturnos?
El rostro de María se había vuelto pálido. —Raquel, ¿qué estás diciendo?
María levantó la mano, intentando golpear el rostro de Raquel.
Pero Raquel extendió la mano y agarró la muñeca de María, impidiendo el golpe.
María se sorprendió. -Raquel, soy tu madre, ¿cómo te atreves a levantarme la mano, eso es ser desobediente!
Los ojos de Raquel brillaban con un frío destello. -¿Madre? ¡No eres digna!
Raquel la soltó con fuerza, y María, sin mantener el equilibrio, tropezó hacia atrás y chocó contra la pared, en un estado completamente desaliñado.
Doña Sara y María, horrorizadas, miraron a Raquel, furiosas. -¡Estás loca! Raquel, ¡realmente estás loca!
Comments
The readers' comments on the novel: El CEO se Entera de Mis Mentiras