Capítulo 440
Alberto preguntó. -¿Qué buenas noticias?
Recién “El Invencible” se puso en contacto con nosotros, “El Invencible” no pudo asistir a la cena por un asunto urgente, pero visitará el hospital para ver a la señorita Ana mañana por
la mañana.
¿Qué?
Los ojos de Ana brillaron. -¿De verdad? ¿“El Invencible” vendrá al hospital a verme mañana por la mañana?
Doña Sara exclamó. Esto es realmente maravilloso, con “El Invencible“, el médico milagroso, tratándola, la enfermedad cardíaca de Anita seguramente mejorará,
Rosa comentó. -Estaba decepcionada por no ver a “El Invencible” en la cena, pero me alegra que lo veré mañana por la mañana, qué bueno.
María, emocionada, tomó la mano de Ana, la enfermedad cardíaca de Ana siempre la había preocupado, y ahora que “El Invencible” venía, traía esperanza.
Cuando se mencionó a “El Invencible“, Alberto frunció ligeramente los labios, “El Invencible” había faltado a muchas citas ya, y si “El Invencible” no se presentaba esta vez, su paciencia se agotaría.
Alberto dijo. -Mañana por la mañana tengo que ver quién es realmente “El Invencible“.
A la mañana siguiente, doña Sara, Ana, Rosa, y María se levantaron temprano, de hecho, no durmieron bien por la noche, demasiado excitadas, se levantaron temprano, listas para recibir
a “El Invencible“.
El
grupo se paró en el corredor, de puntillas mirando. -¿Dónde está “El Invencible“? Estoy tan emocionado, ¿cómo es que “El Invencible” aún no ha llegado?
Alberto, alto y de piernas largas, estaba de pie en el corredor, Francisco le susurró. -Jefe, “El Invencible” ha llegado.
De repente, apareció un grupo de personas, todas vestidas con batas blancas de médicos senior, caminando hacia ellos con una presencia imponente.
-¡“El Invencible” ha llegado! ¡“El Invencible” ha llegado!
Doña Sara, Ana, Rosa y María contuvieron la respiración, sin atreverse a parpadear, mirando hacia adelante.
Entonces, una figura elegante y pulcra apareció en su vista, ella también vestida con una impecable bata blanca, liderando a este grupo hacia donde estaba Ana.
Capitulo 440
Ana observó esta figura elegante, sus pupilas se dilataron repentinamente, congelada en su lugar
Doña Sara exclamó. -¿Raquel?
Rosa, sorprendida. -¿Cómo puede ser Raquel?
María, confundida. -¿Por qué está aquí Raquel?
Alberto, al ver aparecer a Raquel, también se detuvo, no esperaba que Raquel viniera.
Raquel avanzó con el grupo y Ana exclamó de inmediato. -Raquel, ¿cómo has venido?
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