Capítulo 550
-¿Qué? Nysa parecia impactada, casi a punto de saltar. Solo conocía a una mujer llamada Raquel y aún no sabía que esta Raquel estaba embarazada del hijo de otro hombre. -¿Cómo puede Alberto interesarse en una mujer con una vida privada tan caótica?
–Doña Nysa, no deberíamos culpar a Alberto; la responsable es esa Raquel que sabe muy bien cómo atraer a los hombres. Ahora, por ella, Alberto ni siquiera desea casarse conmigo.
Nysa miró hacia Víctor: –Jefe Víctor, lamento que tenga que presenciar esto.
Víctor levantó una ceja: -Nuestra familla acordo un matrimonio concertado, pero si Alberto no desea casarse con Anita, no lo forzaremos. Sin embargo, Anita ama a Alberto; su corazón le pertenece completamente. Solo espero que mi hija pueda ser feliz y estar contenta.
Víctor observaba a Ana con ternura paternal, dispuesto incluso a alcanzar las estrellas del cielo por su hija si ella lo deseara.
Nysa asintió: -Jefe Víctor, entiendo lo que dice. No se preocupe, el acuerdo de matrimonio concertado se mantendrá. Iré a ver qué es capaz de hacer Raquel.
que
Raquel regresó a su habitación en Villa del Lago y planeaba volver a Solara, por lo estaba arreglando algunos asuntos pendientes.
En ese momento, el timbre de su apartamento sonó.
-¿Quién es?
Raquel se dirigió a abrir la puerta principal del apartamento. Afuera había un grupo de guardaespaldas vestidos de negro y Carmen, la criada personal de Nysa.
Carmen miró a Raquel: -¿Es usted la señorita Raquel?
Raquel asintió: -—Sí, soy yo. ¿Quiénes son ustedes?
Carmen respondió: -Buenos días, señorita Raquel. La señora Nysa ha llegado hoy a Solarena y
desea reunirse con usted.
Raquel observó a Carmen y a los guardaespaldas detrás de ella: -Parece que la señora Nysa no me ha dejado opción de rechazar, ¿verdad?
Carmen sonrió: -Parece que la señorita Raquel es una mujer astuta. Señorita Raquel, he oído que está embarazada, así que sería mejor que viniera por su cuenta.
Raquel no se sorprendió realmente; sabía que Nysa vendría a buscarla. Asintió: -Está bien,
entonces iré a verla.
En ese momento, Camila llegó justo: -Raquelita, ¿a dónde vas? ¿Quiénes son todas estas
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personas?
Raquel miró a Camila y la tranquilizó: -Camila, estoy bien. La señora Nysa desea verme, iré y
volveré pronto.
Carmen dijo: -Por aquí, señorita Raquel.
Raquel siguió a Carmen y se marchó.
Camila gritó: ¡Raquelita!
Inmediatamente sacó su celular y marcó un número: Hola, Alberto.
En ese momento, Alberto estaba en la oficina del Grupo Díaz, sentado en su silla de oficina revisando documentos. Al ver que Camila lo llamaba, respondió de inmediato.
-Alberto, algo malo ha pasado. ¡Raquelita está en problemas!
Alberto detuvo su pluma de repente: -¿Qué le pasó a Raquelita?
-¡Raquelita ha sido llevada!
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