Capítulo veintidós
Me pego en la frente mientras abro y cierro mi mano libre.
¿Por qué los hombres lo solucionan todo peleando?
Para saber cuál es el Alpha, pero aquí claramente sabemos quien es, o sea, tu romeo acosador, Neftali fue el bruto en meterse con él.*
Ni que lo digas, Fally.
Quero me sacude de forma agitada y sus ojos asustados dan con los míos —¡Jexi quitáselo o lo va a matar! Eres la única que puede —regresa la vista a su mejor amigo lleno de sangre en el suelo y los ojos de uno de los profesores de física me ven expectantes, sin pensármelo dos veces camino hasta él y al llegar me deja pasar por debajo de sus brazos, giro para ver la cantidad de personas con los ojos puestos en mí y muerdo mis labios con nerviosismo.
¿Qué es lo que se hace en estas situaciones?
¡Separarlos! ¡¿Qué más vas a tratar de hacer si no es eso?! De verdad Jexi, no me hagas desbloquear otro insulto de gratis.*
Termino de bajar las escalerillas y con paso decidido voy hasta ellos, al llegar mis ojos recorren la cara ensangrentada de Neftali y como este ya ni se inmuta en defenderse, aprieto mi mandíbula al seguir viendo a Elián golpeando su rostro y con una fuerza descomunal lo agarro del suéter y lo lanzó a un lado.
Sus ojos azules se suavizan al verme y cierro mis ojos señalándolo —Si no te largas de aquí juro que no me importara rechazarte en frente de toda esta gente —habló entre dientes —Elián lárgate que lo único que estás haciendo es que te odie más de lo que ya lo hago.
Él se levanta de un brinco y limpia la comisura de sus labios con el dorso de su mano —no me voy a ir hasta hablar contigo.
—Yo no quiero hablar contigo y tampoco lo pienso hacer —contraataco.
—Tu error es pensar que tienes opciones —intenta cogerme de las piernas y retrocedo señalándolo.
—Elián, no hagas nada de lo que te puedas arrepentir —volteo por encima de mi hombro observando como la gente ve el espectáculo con lujos y detalles —compórtate que nos están viendo.
Sonríe irónico —Así que es eso lo que te preocupa —adopta una pose de espera mirando a las personas detrás de mí, con una rapidez que no me da tiempo a reaccionar me toma de la mano y nos planta al frente de todos.
—Elián —mascullo —¿qué estás haciendo?
—Si ella me dice que la molestan, que hablan mal a su espalda, incluso que hablen de esto que acaba de pasar —habla con voz de Alpha y mi cuerpo se eriza completamente —personalmente me encargaré de hacerle, a esa persona, la vida de cuadritos a tal punto de que me supliquen de rodillas, ¿entendido? —las personas de la manada bajan la cabeza guardando respeto y no le toma ni un segundo dispersarlos con solo señalar hacia adentro.
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