Login via

La Falsa Muerte de la Esposa novel Chapter 159

Capítulo 159

Al sonar la campana, una procesión de pequeños emergió del jardín de infantes. La mayoría avanzaba en parejas animadas, compartiendo risas y secretos infantiles mientras corrian hacia sus padres. En contraste, Pablo caminaba solitario, cabizbajo y con el semblante ensombrecido, arrastrando los pies como si cada paso le costara un esfuerzo considerable.

-¡Pablo! -exclamó Jazmín con entusiasmo, esbozando una sonrisa calculada que no

alcanzaba a iluminar sus ojos.

El pequeño no respondió al saludo; mantuvo la mirada clavada en el suelo, con los hombros hundidos bajo el peso de alguna preocupación infantil que parecía demasiado grande para su frágil figura.

-¿Alguien te ha estado molestando? ¿Los niños del kínder se burlaron de ti? -inquirió Jazmín, con una indignación que parecía más ensayada que genuina.

Seguro es eso, ya lo sabía, lo que hizo tu mamá fue vergonzoso y seguramente te afectó.

Jazmín entrecerró los ojos calculadoramente mientras su mente ya tejía la narrativa perfecta para presentarle a Valentín, magnificando el incidente para su propio beneficio cuando regresaran a casa.

La voz cristalina de Iris interrumpió sus maquinaciones cuando la niña, aferrada al brazo de su madre Irene, replicó con firmeza:

-No es cierto, fue Pablo quien perdió una pelea con otros.

-Nosotros no hablamos mal de otros niños, es Pablo quien siempre está molestando a los

demás.

Iris elevó su mirada hacia su madre, buscando aprobación mientras añadía con inocencia mezclada con orgullo:

-¿Verdad, mamá, que me has enseñado que no debemos hablar mal de otros niños?

Irene acarició con ternura la cabellera de su pequeña, un gesto rebosante de afecto maternal, antes de dirigir una mirada gélida hacia Jazmín.

-Señorita Varela, debería informar al padre del niño sobre esto. Mi hija ha mencionado en varias ocasiones que Pablo molesta a otros pequeños. Si esta conducta persiste, nos veremos obligados a solicitar al jardín que considere medidas disciplinarias más severas.

-¡Cómo te atreves! -espetó Jazmín apretando la mandíbula, mientras su tono destilaba hostilidad-. ¡Este jardín recibe inversión directa del Grupo Espinosa!

-Una inversión bastante modesta, debo decirPregúntele a cualquiera, todas las familias cuyos hijos estudian aquí han contribuido económicamente a la institución.

-Tú

Las palabras murieron en la garganta de Jazmín, dejándola con la boca entreabierta y la

18.57

Capitulo 159

indignación pintada en su rostro. Esta revelación la tomó completamente desprevenida.

Su conocimiento se limitaba a saber que Pablo asistía a una prestigiosa institución para niños de familias distinguidas. Había asumido erróneamente que los Espinosa destacaban entre todas ellas cuando, evidentemente, no era así.

-Ya, no tiene sentido continuar esta discusión contigo.

Jazmín resopló despectivamente mientras tomaba de la mano a Pablo, quien continuaba sumido en su enfado infantil.

-Pablo, cariño, ¿qué te parece si vamos por un helado? No vale la pena angustiarse por esos

niños.

Al escuchar la mención del dulce premio, el rostro del pequeño se transformó instantáneamente, iluminándose con genuina alegría.

-¡Sí, helado! -exclamó con entusiasmo recién descubierto.

Irene estuvo a punto de intervenir, pero al notar la mirada desafiante que Jazmín le lanzó, optó por guardar silencio, consciente de que sus palabras caerían en oídos sordos.

Mientras observaba cómo se alejaban, Irene exhaló un suspiro pesaroso y negó con la cabeza,

murmurando:

-Es verdad, una madrastra nunca podrá reemplazar el amor de una madre verdadera.

Iris elevó su mirada hacia su madre, la confusión reflejada en sus ojos inocentes.

-¿Por qué dices eso, mamá?

-Mi pequeña ingenua, quien realmente se preocupa por ti jamás haría algo que pudiera comprometer tu salud o bienestar.

Comments

The readers' comments on the novel: La Falsa Muerte de la Esposa