Capítulo 174
-Habla lo que quieras, pero suéltame de una vez.
-Solo busco un poco de privacidad para nuestra charla.
Margarita esbozó una sonrisa afectada mientras acortaba la distancia entre ambas, reduciendo su voz a un murmullo conspirador:
-¿No sentía curiosidad por mi nuera, señora Santana? Imagínese, apareció en todos los noticieros hace apenas unos días. ¿Lo vio? Se quitó la vida por otro hombre, ¡qué escándalo!
-¿Realmente crees en todo lo que publican en redes sociales?
-¿Por qué dudaría? Usted nunca compartió su día a día, no podría comprenderlo. Como esposa jamás encontraba serenidad, y no me refiero solamente a su relación con Valentín, ¡ni siquiera mostraba el menor interés por su propio hijo!
La señora Santana contrajo el entrecejo con visible desaprobación; le resultaba imposible concebir que la señorita Siete fuera capaz de semejante comportamiento.
-Sin mencionar ese carácter rencoroso que tenía. Cualquier comentario que no le agradara provocaba su desprecio inmediato. Jamás me reconoció como figura materna. Mi hijo tiene una asistente brillante, dedicada y encantadora, y ella se consumía en celos irracionales.
La señora Santana dejó escapar una risa cargada de ironía.
-Tu hijo carece completamente de límites con otras mujeres, y aún así encuentras la manera de culpabilizar a tu nuera.
-¡¿Cómo puede sugerir tal cosa?! Entre ellos existe una relación absolutamente profesional.
Al pronunciar estas palabras, la mirada de Margarita oscilaba nerviosamente, traicionando su aparente convicción.
La señora Santana decidió explorar más:
-Entonces, ¿has venido hoy a invocar bendiciones para tu hijo y esa asistente suya?
-¡Por supuesto que no! Ya se lo dije, su relación es estrictamente laboral.
Margarita respondió mientras acomodaba su cabello con evidente incomodidad.
Anteriormente, cuando Esmeralda aún formaba parte de la familia, ella consideraba que Jazmín era una excelente persona. Sin embargo, desde que se enteró que un conocido de posición inferior había conseguido una nuera heredera de un alcalde, la envidia la mantenía desvelada por las noches. Su hijo Valentín poseía tanto talento que seguramente merecía relacionarse con alguien de linaje aún más distinguido, lo que elevaría considerablemente el prestigio de los Espinosa y consolidaría su posición social.
Con estas aspiraciones revoloteando en su mente, Margarita dirigió sutilmente su atención hacia la familia Santana.
1/2
17:33
Capítulo 174
-Ejem, ejem -Margarita desplegó una sonrisa calculadora-. Todavía no me ha comentado por quién busca intercesión divina hoy, ¿por el señor Santana quizás? Ahora recuerdo, tengo entendido que tiene una hija joven, ¿no es así?
La señora Santana intensificó su expresión de disgusto.
-¿Está estudiando en Australia? Nuestra corporación mantiene operaciones allá. Si requiere cualquier asistencia, no dude en contactar a mi hijo. ¿Qué pensaría de presentarlos formalmente?
-¿Disculpa?
La indignación invadió instantáneamente a la señora Santana.
“¡Semejante atrevimiento! ¡Como si un sapo pudiera aspirar a un cisne! ¡Y encima tiene la osadía de considerar a Lucrecia!”
De no encontrarse en el recinto sagrado de la capilla y desear preservar su dignidad, ya le habría propinado una bofetada.
Comments
The readers' comments on the novel: La Falsa Muerte de la Esposa