Login via

La Falsa Muerte de la Esposa novel Chapter 31

Capítulo 31

La residencia de los Espinosa vibraba con una calma aparente, rota únicamente por el eco de pasos apresurados. Valentín irrumpió en la sala, dejando tras de el murmullo de una reunión abandonada, cuando la llamada de Jazmín lo arrancó de sus obligaciones. Al cruzar el umbral, sus ojos se encontraron con una escena que le estrujó el alma: Jazmín, desplomada en el sofá, lloraba con un abandono que parecía desgarrar el aire.

-¿Qué pasó, Jaz? -preguntó, acercándose con premura-. ¿No estabas hoy con mi mamá llevando a Pablo al kinder?

Jazmín, con los ojos enrojecidos y la voz entrecortada, se inclinó hacia él en busca de consuelo cuando Valentín tomó asiento a su lado.

-Valentín, ¿crees que soy un desastre? -sollozó-. Ni siquiera puedo con algo tan sencillo.

-¿Qué fue lo que pasó? -insistió él, su tono cargado de paciencia.

Entre lágrimas y suspiros entrecortados, Jazmín le relató el caos que había estallado en el kinder, un torbellino de malas decisiones y malentendidos.

-Sé que tu mamá debe estar furiosa conmigo -gimió-. No fue mi intención, Valentín, te juro que no cómo se me escapó de las manos.

-No es tu culpa -respondió él, ofreciéndole un pañuelo con un gesto tierno-. Solo querías ayudar a Pablo.

-Pero tu mamá

-Yo hablaré con ella la interrumpió con firmeza-. A veces se deja llevar por el impulso, pero cuando entienda todo, lo verá diferente.

Jazmín estalló en llanto otra vez, las lágrimas resbalándole por las mejillas como pequeñas cuentas de cristal.

-Todo se arruinó por mi culpa -dijo entre hipidos-. Quise hacer algo bien y mira cómo salió. Si Esme estuviera aquí, ella habría sabido qué hacer.

-¿Por qué la traes a colación? -Valentín frunció el ceño, suavizando su tono-. No llores más, se te van a hinchar los ojos.

En ese instante, el timbre resonó como un eco inesperado, cortando la tensión del momento. Eugenia, con las manos aún húmedas tras abandonar la cocina, se apresuró a abrir la puerta, asumiendo que era el repartidor con las compras.

-¿Tú eres la nueva muchacha del servicio? -preguntó, desconcertada, al ver a una figura inesperada.

Estefanía, cargando unas bolsas con aire despreocupado, se detuvo en seco al encontrarse con Eugenia. Tras un parpadeo de sorpresa, una sonrisa se dibujó en su rostro. Esa pequeña testaruda de Esme por fin contrató ayuda, pensó, satisfecha. Llevaba años cargando sola con

1/2

16:51

Capítulo 31

la crianza de su hijo, como una heroína silenciosa.

-¡Un momento! -Eugenia dejó escapar un grito ahogado-. ¡eres Estefanía Mena!

Sus ojos se abrieron de par en par, incrédulos, mientras absorbía la presencia de la célebre actriz frente a ella. Estefanía, con una sonrisa radiante, cruzó el umbral con naturalidad.

-¿Dónde está Esme? -preguntó, echando un vistazo alrededor-. Espero que no se haya escapado justo ahora.

Al adentrarse en la sala, su mirada chocó con una escena que la dejó petrificada: Valentín y Jazmín, juntos en el sofá, él con una mano en el hombro de ella, secándole las lágrimas con delicadeza. Al verla, Valentín retiró la mano de inmediato, su rostro endureciéndose.

-¿Qué haces aquí? -preguntó con voz cortante.

Estefanía soltó una carcajada seca, cargada de incredulidad y rabia contenida.

-Valentín, ¿así tratas a nuestra querida Esme? -replicó, cruzando los brazos.

-¡No digas idioteces! -espetó él, poniéndose de pie. ·

-¿Idioteces? -La voz de Estefanía destilaba sarcasmo-. Traes a otra a la casa, ¿y encima tienes el descaro de negarlo?

Jazmín, con el rostro aún húmedo, se levantó de un salto, su expresión transformándose en una mezcla de vergüenza y súplica.

-Señorita Mena, por favor, no lo malinterprete dijo apresuradamente. Entre Valentín y yo no hay nada, se lo juro.

Comments

The readers' comments on the novel: La Falsa Muerte de la Esposa