Capítulo 29
Keira
Me desperté con el olor de tocino cocinándose. Había pasado mucho tiempo desde la última
vez que me desperté con el olor de alguien cocinando el desayuno.
Rápidamente me puse las pantuflas y bajé las escaleras para comer un poco de ese tocino que seguía oliendo. Cuando entré en la cocina, esperaba ver a Dean cocinando, pero no era él.
-¿Tú cocinas? -le dije a Laura.
Laura se rio y dijo:
-Sí, sé cocinar. Solo lo hago los fines de semana. No puedo hacer que Dean trabaje todos los
días, también necesita una vida.
-¿Suelen desayunar mucho? -le pregunté.
-Sí, los domingos. Los domingos son días familiares, así que desayuno grande. Hoy estoy
pensando en hacer pancakes con tocino y salchicha -me dijo Laura.
-Rara vez tenemos un desayuno familiar casero. Mamá suele estar demasiado cansada los
fines de semana como para hacer algo así, así que usualmente vamos a un lugar y desayunamos afuera -le conté a ell.
Laura me sonrió mientras ponía el tocino en un plato y me dijo:
-Bueno, hoy piensa en esto como una cena en el Chef Laura’s. ¿Puedes llevar este plato y
ponerlo en la mesa del comedor, por favor?
-Claro, oh, um, Jay vuelve hoy le dije a Laura.
-Oh, lo sé, cariño. De hecho, él iba a volver más tarde esta noche. Voy a contratarlo como mi
maquillador personal y estilista de cabello. Me mandó un mensaje anoche diciendo que venía
antes, que tú necesitabas un poco de terapia romántica–comedia -me dijo Laura.
Sonreí y asentí, luego fui a la mesa y puse el tocino en ella. Laura entró en la habitación con
un plato de salchichas y un plato lleno de pancakes.
-Siéntate, sírvete, come -dijo Laura, indicándome que me sentara.
-¿Deberíamos esperar a los chicos? -le pregunté.
-No, nosotras estaríamos esperando todo el día. Adam adora dormir… -Laura empezó a
decir cuando su atención se dirigió hacia la persona parada en la puerta.
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Capítulo 29
Era idéntico a Adam, casi dos metros de altura, una buena forma atlética, pelo oscuro corto. La única diferencia era que él tenía un hoyuelo al sonreír. Adam no tenía ese hoyuelo.
-¡Oh Dios mío, Austin! Cariño, ¿por qué estás aquí? ¿Te expulsaron del colegio? ¿Estás bien? -Laura se levantó y corrió hacia el hombre parado en la puerta, abrazándolo fuertemente.
-Vaya, mamá, bonita forma de saludar a tu hijo se rio el hombre, correspondiendo el abrazo
a su mamá.
-Ok, eso no respondió a mi pregunta. ¿Por qué estás aquí y no en el colegio ahora mismo? ¿ No tienes algún rollo de fraternidad que hacer? -Laura lo interrogó.
-Bueno, sí. De hecho, mis hermanos y yo estábamos a media hora de aquí haciendo nuestra promesa de caridad anoche y pensé que antes de volver, pasaría a saludar, tal vez comer algo -dijo, pestañeando a su mamá.
-Y no estás en problemas, ¿verdad? -le preguntó Laura, alzando una ceja.
-Te lo juro, mamá, fui el buen chico que criaste. Así que, por favor, ¿puedo comer algo de ese
tocino? Ah, y para mis otros dos colegas de la fraternidad también -Austin le sonrió con el
hoyuelo.
-Supongo que sí, déjame hacer un poco más. Trae a tus compañeros de fraternidad. Solo son
ustedes tres, ¿verdad? No van a venir otros chicos también, ¿verdad? -preguntó Laura.
-Mamá, ¡fue una sola vez! Y sí, solo nosotros tres -dijo Austin.
-Bien, ve a buscarlos -dijo Laura. Se dirigía a la cocina, pero se detuvo, se volvió hacia mí y
me miró.
-Um, Keira, cariño, creo que es mejor que subas y te cambies. No conozco a estos chicos que
Austin está trayendo y, para ser sincera, no creo que confiaría en chicos universitarios de
resaca cerca de una chica joven, ¿está bien? -Laura me dijo.
-¿Cómo sabes que van a estar de resaca? -le pregunté.
-Por favor, no hay una actividad benéfica nocturna que harían a media hora de aquí. Además,
huelo el alcohol, están esperando estar sobrios. Este es el lugar más cercano para hacerlo.
Así que, por favor, ¿puedes simplemente cambiarte, cariño? -Laura me pidió.
Me levanté y subí las escaleras para cambiarme de mi camisón a ropa de verdad. Me puse rápidamente unos shorts de jean. Decidí ser simple y una camiseta estaría bien. No es que
quisiera impresionar a estos chicos que solo estarían aquí por unas horas de todos modos.
Volví a bajar las escaleras hacia el comedor y vi a un chico rubio y atlético sentado en mi silla
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Capítulo 29
comiendo mis pancakes y tocino. A su lado estaba un hombre de piel oliva con cabello n***0
sy
azabache tomando un poco de tocino. Luego estaba Austin sentado frente a esos chicos.
-Um, mamá, ¿tengo una hermana y no me lo dijiste? -Austin le gritó a su mamá.
-Oh, espera un minuto -Laura le gritó de vuelta. Entró en la habitación con más pancakes en
la mesa.
-Oye, todavía tengo dos bocas que no se han despertado para alimentar. No sean unos cerdos llamó a los dos chicos que estaban llenándose la boca de comida. Luego dirigió su atención a su hijo y dijo-: No, no tienes una nueva hermana. Ella es Keira, la mamá de ella es la asistente personal de tu papá. Ella tuvo que ir con tu papá a intentar conseguir un nuevo contrato de fusión empresarial. Así que ella y su hermano están quedándose conmigo
mientras cierran este acuerdo -explicó Laura.
Austin se volteó y me miró, mostrándome una gran sonrisa con el hoyuelo.
-Hola, soy Austin.
-Hola, Austin -dije en voz baja.
-Él es Bryan–dijo Austin señalando al chico rubio.
-¡Ey, ¿qué tal?! -el chico rubio murmuró entre bocados de comida.
-No mucho, pero yo estaba sentada allí -le dije.
El chico rubio se detuvo, sonrió y dijo:
-Bueno, ¿quieres sentarte aquí? Mi regazo está libre.
Inhalé sorprendida por sus palabras.
-Ni siquiera lo pienses, ella tiene 17 años y es menor de edad -se escuchó una voz detrás de
mí. Me giré y vi entrar a Adam.
-¡Ni lo digas! ¿Tiene 17 años? ¡Parece tener 21! Demonios, qué mala suerte que la hermosa dama que estoy mirando sea menor de edad -dijo Austin.
-Muy hábil, hermano -dijo Adam a su hermano mientras se acercaba y le daba un abrazo a
medias-. ¿Qué estás haciendo aquí? -le preguntó.
-Ah, ya sabes, solo agarrando algo gratis antes de volver al colegio. Vida de estudiante universitario -Austin respondió.
-Entonces, eres Bryan y ¿tú eres? -Adam le preguntó al chico de piel oliva.
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+ Pant
Capítulo 29
-Él es Antonio. En realidad, él está haciendo su iniciación este semestre -dijo Austin.
-Hola, Antonio -le dije al hombre de piel oliva.
-Nice meet you, beautiful -dijo Antonio.
-¿Disculpa? ¿Qué acaba de decir? -Laura preguntó mientras entraba a la habitación con
platos adicionales.
Austin solo se rio y dijo:
-Es inglés, confía en mí, a las chicas realmente les encanta. Por eso lo tenemos haciendo la
iniciación.
-Dije: un gusto conocerte, hermosa -respondió Antonio.
-Entonces, ¿eres de Inglaterra? No detecto acento alguno le preguntó Laura.
-Mis padres son italianos. Yo nací en Estados Unidos. Crecí hablando tanto italiano como
inglés -explicó Antonio.
Adam sacó una silla y me indicó que me sentara junto a Austin. Él fue a sentarse junto a
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