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Clara se dio una ducha rápido para quitarse el sudor que apenas quedaba en su cuerpo. Ella no olía mal por lo que indicaba que su cuerpo había sido limpiado con espero y mantenido limpio, eso la pudo incómoda y la pregunta de cuál de los dos había sido la invadió. Sacudió la cabeza y se seco poniéndose el vestido que Ethan le había dado. Agradeció que esta, aunque tenía tirantes y llegaba a las rodillas era de una tela gruesa que se ajustó a su forma perfectamente. Eso le recordó que no tenía nada dentro de aquellas paredes que fuera de ella. Todo estaba en la casa de sus padres.
Con pasos lentos salió del baño para encontrar la habitación sola al asomarse por la puerta del baño. Un suspiro de alivio la invadió. Al menos no tenía que lidiar con ellos dos al menos por unos minutos, pero tenía al peor esperando afuera. Se encamino hacia la entrada de la mansión y el olor de su padre que estaba inundando la estancia la llevó a una habitación donde él estaba sentado en el sofá como si este le perteneciera. Acariciaba la textura de la tela con la punta de sus dedos y después asentía. Clara conocía esa reacción en él. Su padre ya se veía viviendo en ese lugar y sabia muy bien que el la usaría de puente para ello.
Entró a la estancia y eso llamó la atención de Alester.
-Clara- su padre se levantó mostrando una sonrisa cálida y abriendo sus brazos caminando en dirección a ella- Cómo has estado, cómo puedes olvidarte de tus padres así – usó un tono completamente diferente al usado con ella.
Clara bajó la cabeza y tragó en seco. Al él acercarse aún más ella dio un paso atrás. El lobo se detuvo vacilante.
-¿Qué ocurre mi hija hermosa? Ahora le tienes miedo a tu padre. Si sabes que solo quiero lo mejor para ti. Tener dos parejas debe ser duro, pero no te preocupes que todo estará bien. Yo te
apoyaré.
Clara no respondió, solo se mantuvo con la cabeza gacha y apretando los labios. Pasaron dos largos minutos sin los dos moverse. Fue entonces que Alester miró de un lado a otro, sobre todo a la puerta donde no había entrado más nadie detrás de la loba. Ella estaba sola.
-Espera…- ya había cambiado su tono siendo el normal que usaba siempre- ¿Estás tú sola ahora aquí?- había desprecio en su voz. Clara asintió con la cabeza. No sabía a donde había ido el beta y sus mates, no era como si ellos fueran a ser de mucha ayuda en esa situación.
Demonios- gruñó el lobo y se dio media vuelta. Volvió al sofá y se dejó caer pasando el brazo por el respaldar y con una mueca de indignación-Yo actuando como un estúpido para que… para que solo estés tú aquí- chasqueó la lengua. Clara no se movió. Al menos sabía cómo reaccionar con este padre, no con el anterior. Sabía que solo era una máscara que solo estaba usando para caerle bien sobre todo al alfa.
¿Y bien? ¿Qué has estado haciendo estos últimos días? Cómo mínimo te los follaste para salir prenada – Alester solto sin ninguna muestra de sentimientos – Debiste entrar en celo. Al menos espero que hayas sido lo suficientemente intellgente para follar con el alfa. Ten un cachorro de él y asi garantizaras tu posición y así nosotros – el lobo no ocultaba sus intenciones de mejorar
su estado a través de su hija a como diera lugar – Tu madre y yo nos merecemos algo mejor. Asi que has bien tu trabajo.
-¿Y si no quiero? – Clara aún tenía la cabeza gacha pero había una sonrisa en su rostro que el cabello escondía y Alester no pudo ver. Pero no necesito hacerlo. El tono usado por ella, totalmente extraño hizo que este frunciera el ceño.
– Acaso me respondiste. Repite eso, que dijiste. Clara bufó por lo bajo relajando su pose. -Dije, y si no quiero follarme al alía. No lo he hecho hasta ahora, y si lo hago lo haré cuando me dé la gana. Aquella respuesta fue suficiente para que el lobo se levantara hecho una furia de su asiento y se acercara la loba. Sus feromonas mostraban su estado y que estaba perdiendo el control sobre si mismo.
-M*****a- él dijo apretando los dientes alzando la mano en dirección a ella-¿Quién te crees que eres para hablarme asi?
Gruñó sonoramente bajando la mano con la intención de golpear con fuerza a Clara, como normalmente hacia para corregir su actitud. Solo no contó con que su mano fuera agarrada antes que esta se estrellara en el rostro de ella y la dejara tirada.
-Ella es mi mate- Ethan apretó con fuerza la muñeca de Alestar haciendo incluso que los huesos debajo de la piel sonaran al punto de casi quebrarse.
Alestar apretó los dientes y sacudió la mano, pero esta no fue soltada. En cambio, Ethan no parecía tener intenciones de soltarlo. La habitación se llenó de feromonas y por inercia e instinto Clara retrocedió detrás de Ethan, lejos de su padre, acto que no pasó desapercibido por el lobo, aunque ella no tenía precisamente miedo, más un poco de inteligencia en ese momento era necesario y así poder ocultar sus orbes rojizos.
-Clara- la llamó y ella respondió con un sonido de su garganta. Dixon no habló más, pensaba que ella se había desmayado, pero no, estaba consciente. ¿Qué estaba pasando? Fue directo a su habitación y al llegar tiró a la loba a la cama y se metió entre las piernas de ella, se inclinó y la besó metiendo su lengua dentro de su boca. Ahora que ella estaba tranquila aprovecharía para poder tocarla, porque realmente lo necesitaba. Se estaba volviendo adicto al sabor de ella. Era tal dulce y ella tan suave. Y, además, tenía que borrar el olor de esos machos del cuerpo de ella, aunque por más que hiciera, del de su hermano no se iba.
Casi aplastó el cuerpo de ella contra la cama devorando su boca. La loba no ponía resistencia, pero no respondía con la misma intensidad, más bien, lo dejaba hacer lo que él quería. Su mente en ese momento.
-Hueles mucho más fuerte- le dijo contra sus labios envolviéndola entre sus feromonas y chupando el inferior – Quiero marcarte como mía. Así nadie podrá tocarte – grunía levemente.
Y tras el de él se oyó otro más fuerte proveniente de la puerta. Ethan casi había corrido escaleras arriba. No quería dejar a su hermano solo con su mate.
-Vete- le dijo Dixon mostrando sus colmillos por encima de su hombro.
Apártate de ella – Ethan entró en dirección a ellos y la tensión en el ambiente aumento,
Clara, que estaba acostada aun debajo de Dixon suspiro. Ellos dos solo se la pasaban peleando y no se acababan de poner de acuerdo, y su parte sumisa solo los alteraba más. Al parecer ella era la que tendría que poner el control en toda aquella situación, sino la que terminaría muerta era ella. Cada vez que ellos peleaban su pecho se apretaba y palpitaba de dolor Asi que alzó las manos y giró el rostro de Dixon en dirección a ella y esta vez fue la que inició el beso, algo que como al alfa completamente fuera de sí y sus ojos se abrieron de la impresión, después de todo ella steinpre habla mostrado miedo en torno a ellos. En medio de sus
pensamientos ella soltó sus labios mordiendo ligeramente el inferior con sus colmillos y se las arregló para salir de debajo de él.
Se levantó de la cama y se acercó a Ethan. Hizo lo mismo, alzó los brazos y los envolvió en su cuello. El lobo rubio al ver su intención bajó su cabeza y apretó la cintura de ella para atraerla más hacia él, profundizando el beso. Tenía cientos de preguntas, como su hermano que solo se había sentado en la cama viendo la escena Por dentro Clara sonreía. Definitivamente domarlos no sería una tarea tan complicada.
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The readers' comments on the novel: Destinada a los gemelos alfas