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Los enemigos naturales de los lobos eran los tigres, pues tanto rivalizaban en fuerza como en letalidad, por lo que intentaban no cruzar sus caminos pues las peleas podían ser a muerte. Incluso no solían acercarse a los territorios ajenos sobre todo los tigres que eran seres solitarios, pero que uno estuviera por aquellas zonas no era nada bueno. Y eso lo sabía Ethan. No sabía que era mejor, o eso o salvajes.
Gruñó mostrando todos sus colmillos en advertencia a la otra bestia que era prácticamente de su tamaño, aunque esto no hizo que el otro se detuviera, por el contrario, sus felinos ojos brillaron y estaban enfocados en cierto lugar entre las piernas de él.
Ethan mostró aún más colmillos bajando su cabeza.
-Clara, levántate y ponte detrás de mi- el tono empleado no tenía cabida para la réplica.
La loba, aterrada por lo que estaba ocurriendo y el nuevo presente, giró su cuerpo debajo de Ethan y se desplazó entre sus patas para esconderse detrás de él. La tensión en el ambiente era tan tensa que todos sus músculos estaban tensos.
-Eth…
-Si te digo que corras hazme caso, hazlo directo a la manada. No mires atrás- él le dijo sin mirarla.
Clara detrás de él asintió. Todo el pelaje del lobo estaba erizado haciéndolo parecer más grande, incluso sus músculos se veían definidos. Estaba tenso, alerta.
El tigre sacudió su cuerpo y desenfundó sus garras dejándoselas ver a los dos. Eran largas y gruesas, pudiendo destrozar la piel fácilmente. Así mismo dejó ver sus largos colmillos y comenzó a acercarse a ellos con una clara intención. Estaba provocando a Ethan y este se imaginó por qué. Primero matarlo a él y segundo… era conocido el gusto de esa raza por jugar con las hembras lobas para después dejarlas muertas y desgarradas como muestras de su poder. Ya se habían escuchado varias historias de este tipo antes. Y Ethan no tenía que le pusiera un dedo un dedo encima a su mate.
Y cuando ambos estuvieron a una distancia cercana ambos comenzaron a correr y sus cuerpos se enredaron entre arañazos y mordidas. Clara aterrada ante la imagen de los dos revolcados por el suelo retrocedió hasta un árbol y se hizo una bola temblorosa. Le dolía el pecho al ver a stimate luchar y donde la sangre pronto einpapó su pelaje, pero ella no podia hacer nada. Aunque por cómo estaba yendo la batalla no sabía el resultado, solo sabia que Ethan no saldria del todo lleso.
HI lobo molesto por la igualdad de la fuerza del tigre dio un ágil salto y se puso sobre el lomo derste y mordió rápidamente la nuca de esta con fuerza, enterrando los colmillos hasta lo más profundo Esto provocó que la bestia se molestara aún más y se sacudiera para quitárselo Dacado que la mandíbula de este casi se dislocara Ethan se aferro dejando que la sangre el Terrorrieta, y el buscando las ventas y arteria con sus colmillos, pero en uno de esos forcejnos to deponia y su cuer serstrelló cuntra el suelo sonotatnente
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A pesar de los esfuerzos del tigre su cuerpo se fue debilitado con mucha raputez ante la
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suspiro, sin darse cuenta que de debajo de él se había formado un enorme charco de sangre ante la enorme pérdida de sangre. Y sus ojos se fueron cerrando en contra de su voluntad mientras veía el cuerpo familiar de aquel lobo alzarse sobre el tigre de forma victoriosa.
La oscuridad pronto se apoderó de él al igual que la debilidad y cayó sobre su propia sangre con respiración agitada y lleno de heridas sin haber podido ver el brillo carmesí casi negro de los ojos de su mate.
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The readers' comments on the novel: Destinada a los gemelos alfas