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Dada su naturaleza sumisa Clara no opuso resistencia mientras su mate se posicionaba entre sus piernas. Podía sentir el aliento caliente saliendo del hocico del animal contra la piel desnuda de sus muslos.
-Abre un poco más-escuchó decir a Ethan y las feromonas de él comenzaron a verterse sobre ella como una marejada que la hizo estremecerse y jadear.
Sus piernas dobladas hacia arriba se abrieron a cada lado de ella dejando a la vista del lobo el sexo de ella que comenzaba a humedecerse dado la influencia de las feromonas de él. Las manos de Clara se aferraron a su pecho y estas temblaban, sus ojos los tenía cerrado con lágrimas en las comisuras. No quería aquello, eso era lo que se repetía una que otra vez, pero su cuerpo latía de deseo caliente en ese momento.
El lobo se pasó la lengua por todo su hocico para después dejarla afuera jadeando él también. El olor de su hembra excitada era lo mejor que existía, aun si era un castigo. Así que bajó la cabeza y pasó la lengua áspera por encima del sexo cerrado de la loba. Clara dio un grito e intentó separarse ante la potente sensación, pero Ethan gruñó.
-Dejaste que otro macho que no fuera yo te pusiera las manos encima- dio otro lametón dejando la piel roja a su paso. Clara negó con la cabeza y solo se pudo limitar a quedarse allí tendida con las piernas abiertas y la cabeza del lobo entre ellas torturando su sexo que palpitaba caliente. La línea de la excitación y el dolor era tan fina que no sabía dónde empezaba uno y terminaba el otro. -No-gemía cuando el lobo hurgaba con la punta de la lengua entre los labios ahora muy hinchados y rojos después de lamer varias veces.
El clítoris de la loba estaba casi a carne viva por la brutal estimulación. El líquido que salía de ella era abundante y era lamido constantemente.
-Espera, espera-Clara había estirado sus manos intentado detener al lobo cuando este se introdujo más en su vagina y la lengua hurgó en su entrada. Una oleada de dolor la recorrió quitándole el aliento – Duele, duele- gimió con lágrimas en los ojos. -Eres tan estrecha- Ethan sacó la lengua de ese lugar tan apretado y sensible-Te voy a romper cuando te la meta- no escatimó con sus palabras, estaba sumamente excitado – Estoy seguro que llegaré a tu pequeño útero fácil
Clara se estremeció solo de pensarlo. En comparación con sus mates ella era pequeña, bastante, tanto en su forma de lobo, como normal, y ella había visto los miembros de ambos y no, no eran nada pequeños dada su genética. Le dolería y mucho cuando se enlazara con ello. Fue entonces que reaccionó en lo que estaba pensando. Enlazarse con ellos. Sería lo más natural, pero ella les tenía miedo a ambos. 1
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