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Clara gimió ante lo fuerte que su cintura fue agarrada por Dixon mientras tanto él como su hermano se ponían bastante sobreprotectores y agresivos con el lobo que acababa de entrar a la habitación sin pedir permiso. Error terrible dado que ella estaba a punto de entrar en celo y eso ponía a sus parejas muy sensibles.
Y Will notó que también había cometido un error. Pudo oler en el ambiente el olor de las feromonas de los dos lobos, pero sobre todo las de la loba que sobresalían por encima y hasta lo incitaban. Era una hembra casi rayando en su celo. Sin embargo, retrocedió. Nunca había visto los ojos de los lobos tan dorados como ahora. Eran dos machos protegiendo lo suyo. Por instinto lo veían como una amenaza.
-Alfa
Este le gruñó y respondió con los dientes apretados.
-¿Qué quieres?
El lobo tragó en seco. Un temblor invadió su cuerpo y comenzó a sudar. Ya entendía porque era el alfa.
-Alfa, tenemos avistamiento de salvajes declaró bajando la cabeza – Están muy cerca.
Dixon frunció el ceño.
-¿Están en los límites de la manada?- era donde siempre solían agruparse.
Will asintió.
-Parece que buscan algo. Están dando vueltas constantemente y por lo que me avisaron parece que tienen la intención de entrar. Puede ser peligroso. No sabemos su cambio de comportamiento.
Dixon supo que tenía que intervenir. Algo no estaba bien. Giró la cabeza mirando a su hermano y ambos miraron a la loba que estaba acurrucada contra el cuerpo del alfa, el rostro de ella en la curva de su cuello con los ojos cerrados. Ella temblaba ligeramente,
-Encárgate de ella. Yo iré a ver- a pesar del tono autoritario de Dixon, el otro gemelo no protestó y agarró a la loba entre sus brazos. Clara gimió abrazándose a él. Dixon se levantó y pasó por al lado de Will.
-Libera tus feromonas- ella le pidió. De esa forma su cuerpo respondería y dejaría de pensar.
Ethan extrañado acarició su espalda de arriba abajo y le hizo caso. Pronto sus feromonas la envolvieron sintiendo como el cuerpo tenso de ella se relajaba paulatinamente. No sabía bien que había ocurrido con ella desde la noche anterior, pero de seguro esperaría a que Dixon regresara. Ambos tenían que encontrar esa respuesta ya.
Debían haber pasado cerca de dos horas. El alfa aún no había vuelto. Ethan no se había levantado de la cama con Clara acostada a su lado. Ella no dormía, lo sabía por su respiración, pero su ceño estaba fruncido. No quería presionarla, no más de lo que ya habían hecho hasta el momento.
En eso la puerta fue tocada de nuevo. Ethan chasqueó la lengua. -¿Qué es? – grito desde su posición.
– Informo. Tenemos problemas – era la voz de uno de los guardias de la manada- El alfa solicita la presencia de su hermano en los límites. Se necesita refuerzo lo antes posible. Ethan se sentó en la cama. Clara a su lado se mostró preocupada. El lobo pasó la mano por la cabeza.
Vuelvo pronto con el estúpido de mi hermano. No te vayas de la casa – le gruno- Si lo haces te amarraré el tobillo a la cama. Y no juego- se mosteaba de mal humor.
Clara no le respondió, pero por la forma en que había sido traida la noticia y que lo solicitaran también a él solo significaba que la situación era complicada. Ethan se inclinó y besó los labios de ella antes de transformarse y dejarla Mientras más rápido resolvieran la situación, más rápido podrial atender a su mate
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