El CEO se Entera de Mis Mentiras novel Chapter 281

Capítulo 281

¿Por qué Alarico no responde el celular?

¿Habrá pasado algo?

Camila se sentía algo inquieta, preocupada por la seguridad de Alarico.

Tomó las palomitas de maíz y, bajo la lluvia torrencial, corrió de regreso a la universidad.

Al llegar, Camila estaba completamente empapada. Había escondido las palomitas en su pecho. No había podido ver la película y deseaba compartir las deliciosas palomitas con Alarico.

Camila se apresuró a buscar a Alarico, pero pronto se detuvo. Lo vio.

Alarico estaba frente a ella, acompañado de alguien más. Camila lo reconoció al instante: jera Elena!

Alarico estaba aplicando una pomada a Elena y la había acompañado durante todo el proceso. Ahora que su pie ya no le dolía, Elena podía caminar de nuevo, y Alarico la estaba escoltando de

regreso.

Camila observaba a los dos. Alarico y Elena caminaban juntos, ella hablaba tímidamente, mientras él sonreía con una expresión alegre, como un joven enamorado.

Conversaban y reían, como una pareja de novios en pleno romance.

Camila se quedó paralizada en el lugar. No podía entender por qué su prometido caminaba junto a Elena.

¿Entonces no fue al cine porque estaba con Elena?

Camila se sintió ridícula. Había estado tan preocupada por su bienestar, corrió bajo la lluvia para llegar allí, y al final los encontró juntos.

Sacó su celular y marcó el número de Alarico.

Escuchó cómo sonaba el celular de Alarico en su bolsillo, pero él no tenía la más mínima intención de contestar. Continuaba conversando con Elena.

El corazón de Camila se heló, y una furia por sentirse engañada comenzó a crecer en ella. Corrió hacia ellos, se plantó frente a Alarico y Elena y dijo: -¡Alarico, ¿qué haces con ella aquí?

Alarico y Elena se detuvieron. Elena lucía frágil y asustada.—Camila…

Alarico inmediatamente puso a Elena detrás de él y la miró a Camila con desdén. -Camila, ¿ por qué hablas tan fuerte? Estás asustando a Elena.

Capitulo 281

Camila estaba bastante furiosa. ¡Alarico, habíamos quedado a las siete para ir al cine, ¿por qué no viniste?

Alarico, al notar la marca de nacimiento en la cara de Camila y verla completamente empapada por la lluvia, la miró con desdén. Su estado desastroso le resultaba aún más repulsivo. Con voz indiferente, le dijo: ¡Se me olvidó! La película se puede ver hoy o mañana. ¿De verdad necesitas armar tanto escándalo?

¿Escandalo?

¿Ella armar un escándalo?

Camila se rió con sarcasmo. -No te olvidaste, te estuviste ocupando con Elena. ¡Alarico, esto es una infidelidad!

La palabra “infidelidad” hizo que Alarico se sintiera incómodo. -Con Elena no ha pasado

nada.

-¿El cuerpo es infidelidad, pero la mente no lo es? ¿Qué diferencia hay entre lo una infidelidad?

Las palabras afiladas de Camila dejaron a Alarico sin respuesta.

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En ese momento, Elena, desde atrás, levantó la mano y tiró suavemente de la manga de Alarico, con una expresión de falsa dulzura. —Alarico, lo siento, todo es culpa mía, yo soy la que hizo que ustedes pelearan.

Alarico la miró y, suavemente, le dijo:-Elena, no es tu culpa. Si ella quiere pensar así, no puedo hacer nada.