Capítulo 383
Sus labios eran fríos, y besarlos resultaba extraordinariamente placentero. A pesar de su falta de experiencia, Camila había observado a otras personas besándose y nunca había imaginado que pudiera ser tan agradable.
Héctor permaneció inmóvil, no cerró los ojos y observó que Camila tampoco lo hacía. Sus grandes y hermosos ojos reflejaban ignorancia y curiosidad. Hombres y mujeres de edades similares llegan a un punto en el que la curiosidad y el anhelo por el amor los impulsan a explorar y experimentar de manera ingenua y audaz con la persona que les atrae.
Héctor sintió los suaves labios rojos de Camila presionando los suyos, y pronto ella entreabrió sus labios y succionó levemente la esquina de su boca.
Una oleada de calor brotó dentro de Héctor, irradiando desde el delicado hueco de su cintura hacia todas partes, una sensación tanto cosquilleante como entumecedora y que le provocó un leve rubor en las comisuras de los ojos.
En ese momento, Camila rodeó con sus manos el cuello de Héctor, y sus cuerpos quedaron pegados. Pronto, Camila notó algo inusual en su cuerpo.
Ella preguntó con curiosidad: -¿Qué es esto? Me está tocando.
Camila extendió la mano hacia abajo.
Héctor, con rapidez, agarró su delicada muñeca blanca, impidiéndole seguir tocando hacia abajo: -Camila, ¿ya es suficiente?
Camila observó su rostro apuesto, todavía tan frío e indiferente como un iceberg, y sin alterar su expresión, aunque sin temor, retiró su mano: -No es suficiente.
-¿Qué más quieres?
Camila sacó su celular, abrió su WhatsApp: -Este es mi WhatsApp, escanea el código ahora y agrégame como amiga.
Héctor sintió que ella estaba siendo un poco excesiva: -Tú…
–Agrégame como amiga, y así no nos quedaremos debiendo nada hoy. Nadie le debe nada a nadie dijo Camila de inmediato.
Héctor la miró un momento, luego sacó su celular, escaneó el código y la agregó como amiga.
El avatar de WhatsApp de Camila mostraba una foto de su rostro bajo el sol poniente, con una dulce y tierna sonía en su rostro juvenil y varios mechones de cabello negro enredados en su cara, reflejando una verdadera sensación de juventud. Era realmente hermosa.
Capitulo 383
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Héctor echó un vistazo y apartó la vista: -Amiga agregada.
Después de decir eso, dio media vuelta y se alejó con largos pasos.
¿Por qué se fue así?
¿No quería quedarse ni un momento más con ella?
Camila sostuvo su celular, mirando su avatar, que simplemente mostraba una pantalla negra, y su nombre en WhatsApp era Héctor.
Camila abrió su Estado, que estaba vacío, sin nada en él.
Aunque no obtuvo ninguna información útil, se alegró de haberlo añadido como amigo.
Héctor salió y se paró junto a la ventana, dejando que el aire frío disipara el calor de su cuerpo.
Esta sensación física era nueva para él, la estaba experimentando por primera vez.
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