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El CEO se Entera de Mis Mentiras novel Chapter 397

Capítulo 397

Alberto no estaba seguro de si Raquel vendría.

La familia Pérez tampoco estaba segura de si Raquel aparecería.

Todos esperaban a Raquel.

En ese momento, un RollsRoyce lujoso llegó, la puerta del conductor se abrió y una figura esbelta y elegante entró en escena: Raquel había llegado.

Los ojos de Francisco se iluminaron. -¡Presidente, Raquel ha llegado! ¡Raquel realmente vino!

Alberto levantó la vista hacia Raquel.

Doña Sara avanzó. -Raquel, finalmente has llegado. pensé que no ibas a llegar.

Raquel sonrió con sus labios rojos. —No he llegado tarde, aún queda un minuto para la hora acordada. ¿Acaso no tienen paciencia para esperar?

Doña Sara se quedó sin palabras.

Ana intervino de inmediato. -Raquel, deja de decir eso. ¿Dónde está el estafador?

Mirando alrededor, Ana notó que Raquel había venido sola; no había señales del estafador.

Ana preguntó de nuevo. -Raquel, ¿no trajiste al estafador? Hmm, sabía que no tenías la capacidad de traer al estafador, simplemente eres una mentirosa.

Diciendo esto, Ana agarró a doña Sara. -Abuela, ¿ves? Ella no atrapó al estafador, siempre dije que no tendría cómo hacerlo.

Raquel miró a Ana con diversión. -Ana, ¿realmente quieres que traiga al estafador o no? Me doy cuenta de que eres muy contradictoria. ¿No será que sufres de trastorno de personalidad múltiple?

La retorcida intención de Ana fue expuesta por Raquel; efectivamente, Ana era muy

contradictoria.

Por un lado, quería que Raquel atrapara al estafador porque deseaba mantener su estilo de vida

acomodado.

Por otro lado, no quería que Raquel atrapara al estafador, ya que dudaba de la capacidad de Raquel y no quería que Raquel fuera superior a ella.

Doña Sara miró a Ana con desagrado. -Podrías hablar menos; que no atrapemos al estafador no le conviene a nadie.

Capitulo 397

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Ana cerró la boca, sintiéndose agraviada.

Rosa intervino. -Raquel, el tiempo acordado ya ha pasado, ¿dónde está el estafador?

María secundó. -Raquel, deberías entregar al estafador ahora; si no lo haces, eres una mentirosa y no te dejaremos ir porque has desperdiciado nuestro valioso tiempo.

Raquel sonrió y luego aplaudió.

Con el sonido de las palmadas resonando, una furgoneta negra se acercó rápidamente y dos hombres vestidos de negro bajaron del vehículo, empujando a una persona entre ellos.

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