Capítulo 474
Ana curvó los labios satisfecha en una sonrisa. Mamá, no te preocupes, ya me he encargado
de todo.
María se mostró sorprendida y contenta. -¿De verdad lo hiciste?
Ana respondió: -Sí, dile a papá y a la abuela que estén tranquilos. No importa cuánto presione Raquel, Alberto nos protegerá. Incluso hará que Raquel me trate la enfermedad del corazón. ¡ Alberto romperá por completo con Raquel!
María dijo: -Eso sería maravilloso. Si el jefe Alberto rompe con Raquel, sería perfecto. Anita, eres una hija increíble.-
Ana sonrió feliz.
El plazo de tres días ya había pasado. A primera hora de la mañana, Raquel se dirigió al cementerio donde reposaba su padre.
Le había dado de plazo a la familia Pérez tres días. Hoy había llegado el momento de castigar a los culpables.
Raquel llegó frente a la tumba de Diego. En la lápida estaba la foto de Diego, quien sonreía con una expresión amable y radiante.
Raquel acarició con dulzura la sonrisa de Diego en la imagen y dijo en voz baja: -Papá, en un momento más llegará la familia Pérez. A estos asesinos que te quitaron la vida, no dejaré escapar a ninguno.
En ese preciso momento, sonó una melodía suave de tono telefónico.
Raquel sacó su celular y vio que era una llamada de Luis.
Raquel presionó el botón para contestar. Luis dijo: -Raquelita, ¿ya estás
en el cementerio?
Raquel respondió: -Si Luis, ya llegué.
Luís dijo: -Bien, ya casi estoy allí.
Raquel dijo: -Luis, no te afanes puedo encargarme de esto sola. No necesitas venir.
-Eso no puede ser. Ahora estás embarazada, y si se trata de enfrentar a la familia Pérez, tengo que apoyarte en todo.
Raquel sintió un cálido alivio en el corazón. Aunque había sido abandonada desde pequeña, también había recibido mucho amor.
-Luis, ¿dónde estás ahora?
Capitulo 474
-Estoy a punto de llegar, Raquelita, yo…
La voz de Luis se cortó de forma abrupta, seguida de un ruido agudo y chirriante: “¡Ting!”
El corazón de Raquel dio un vuelco total y apret
ahí? ¡Luis!
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teléfono con fuerza. -¿Luis, qué ha pasado
Después de dos tonos cortos de “tut–tut“, la llamada de se cortó. Solo quedó el tono de línea ocupada.
Raquel quedó asustada. ¿Qué le había ocurrido a Luis?
Una mala corazonada surgió de pronto en el corazón de Raquel. Luis no solía comportarse así. ¿ Había sufrido algún accidente?
Raquel, sin embargo, pensó que no era muy probable. Ya que con el estatus y la posición que Luis tenía ahora, eran muy pocos los que se atreverían a hacerle algo.
Raquel volvió a marcar su número, pero del otro lado respondió una voz femenina fría y
mecánica: -Lo sentimos mucho, el número que ha marcado está apagado. Por favor, intente
más tarde.
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