Capítulo 495
Doña Isabel increpó a María: ¡Y tú, venenosa mujer, todavía tienes el descaro de acercarte, seduciendo al hermano de tu propio esposo, conspirando contra tu propia hija! Ana es realmente como tú, hoy golpearé junto a ti a esta maldita venenosa!
El bastón de doña Isabel cayó de nuevo sobre Matja.
María y Ana fueron brutalmente golpeadas como en una atroz tormenta, ambas lloraron de
dolor.
Camila, al ver a las dos siendo golpeadas, casi aplaudía de alegría, verdaderamente digno de doña Isabel, sus golpes eran precisos y decisivos,
Doña Isabel, cansada de golpear, por fin se detuvo, miró a Alberto: -¿Mira reconoces tu error?
Alberto respondió: -Abuela, si quieres golpearme, solo dilo directamente, no necesitas buscar
una excusa.
Doña Isabel se quedó al instante sin palabras.
Camila, observando a Alberto, preguntó: -¿Alberto, sabes que Raquelita tuvo un accidente?
¿Raquel tuvo un accidente?
El robusto cuerpo de Alberto se tensó de inmediato: -¿Qué le pasó a Raquel? Imposible, hoy mismo la vi, estaba bien.
Ella estaba muy bien.
A pesar de ser golpeada y maltratada, tenía mucha energía.
¿Cómo podría haberle pasado algo en cuanto él se fue?
Doña Isabel pronunció: -¡Raquelita fue hospitalizada!
La voz de Alberto se transformó al instante, se volvió tensa: -¿Raquel fue hospitalizada? ¿ Dónde está? ¿Qué le pasó?
Doña Isabel preguntó: -¿Sabías que Raquelita está embarazada?
El embarazo tocó una fibra sensible en Alberto, sus manos lentamente se cerraron en puños:
Lo sabía.
Sabías que Raquelita estaba embarazada y aún así estabas con esa descarada de la ana. ¿No tienes conciencia alguna, Alberto? Raquelita es ahora una mujer embarazada, no está sola, hay un bebé en su vientre, necesita que alguien la cuide, dijo doña Isabel incrédula, en realidad no esperaba que Alberto tuviera una actitud tan fría y déspota.
Ahora que es una mujer embarazada y Alberto apretó sus delgados labios en una curva fría: -Ahora
Capitulo 495
necesita cuidados, entonces que alguien más la ciude.
Doña Isabel, apuntando con el dedo a Alberto, temblando furiosa, dijo: ¿Qué estás diciendo desobediente? El niño en el vientre de Raquelita es tuyo, ¿así es como actúas como padre?
Alberto miró asombrado a doña Isabel y pronunció: -¿Cómo Raquel te dijo que el niño en su vientre es mío?
Doña Isabel respondió enfurecida: -Raquelita a está en coma, no me ha dicho nada al respecto, pero ¿qué clase de pregunta es esa? ¿Necesita acaso Raquelita decirme que el niño en su vientre es tuyo? ¿De quién más podría ser, si no es tuyo?
Alberto permaneció en completo silencio, sin decir palabra.
Camila percibió algo extraño enseguida, -Alberto, ¿a qué te refieres? ¿Acaso dudas que el niño en el vientre de Raquelita sea tuyo?
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