Capítulo 155
Valentín se tranquilizó mientras examinaba los documentos dispuestos a su lado, su respiración acompasándose gradualmente mientras analizaba las cifras con ojos escrutadores.
-¿Terminaste ya la propuesta de licitación que te solicité?
-Sí, aquí la tienes completa -respondió con una carpeta en mano.
-Perfecto.
La tomó con firmeza y se dirigió hacia la puerta con paso decidido.
-¿Te marchas ahora? La reunión de licitación no comenzará hasta las tres de la tarde. Jazmín se aproximó sutilmente, buscando en cada palabra un pretexto para prolongar su tiempo junto a Valentín, su lenguaje corporal delatando intenciones apenas disimuladas. -Tengo asuntos pendientes en la empresa -murmuró él con evidente desinterés, abandonando la sala sin más explicaciones.
Durante el trayecto hacia la empresa, cada vez que Valentín cerraba los párpados, las palabras recién escuchadas reverberaban en su mente como ecos persistentes: Esmeralda… Isaac… La verdad develada golpeaba como una revelación devastadora. ¿Realmente había cometido alguna traición contra ella? La evidencia sugería lo contrario.
“Entonces nunca fui yo quien traicionó este matrimonio. Fue ella, Esmeralda, quien me engañó todo este tiempo.”
“¿Con qué derecho se atrevió a culparme cuando era ella la verdadera traidora?”
A las tres de la tarde, Valentín arribó puntualmente al recinto donde se llevaría a cabo la licitación, su postura irradiando determinación renovada tras las revelaciones recientes.
Se trataba de un proyecto de energía renovable, no particularmente extenso, pero dado que representaba un campo emergente, todas las industrias competían vorazmente por este prometedor sector que muchos consideraban el futuro energético.
Valentín revisó superficialmente los documentos de licitación al llegar y encontró varios aspectos mejorables, pero las restricciones temporales imposibilitaban cualquier modificación sustancial a estas alturas.
No albergaba grandes expectativas de ganar la licitación; su verdadero objetivo consistia en aprovechar esta congregación para establecer potenciales alianzas estratégicas.
En el ámbito empresarial, las conexiones constituyen la piedra angular del éxito, especialmente después de haber sufrido pérdidas considerables junto a varios socios por las maniobras del Grupo Santana.
18.55
lentín no desaprovechó la oportuniuau y se aproximio CUI
RedNova.
Presidente Galindo, mis sinceras felicitaciones por su triunfo.
presidente Galindo, un joven que apenas rozaba los veinte años, le devolvió una sonrisa nable teñida de sutil confusión.
Gracias por sus palabras, usted es…
Valentín, del Grupo Espinosa.
on gesto deliberadamente afable, Valentín extendió su tarjeta de presentación al joven npresario, manifestando claramente su interés en establecer contacto.
El Grupo Espinosa…
bé Galindo examinó la tarjeta con atención, componiendo una expresión de disculpa en su stro juvenil.
Disculpe mi ignorancia, acabo de regresar del extranjero y aún no me familiarizo ompletamente con las empresas locales.
No hay problema alguno, presidente Galindo, usted representa el nuevo talento emergente del ector. Mantener comunicación y colaborar en proyectos futuros nos dará múltiples portunidades para conocernos mejor.
oé arqueó una ceja mientras guardaba la tarjeta, dibujando en su atractivo rostro una sonrisa nigmática difícil de interpretar.
-En ese caso, esta noche ofrezco una celebración por nuestro éxito. Me pregunto si el residente Espinosa quisiera acompañarnos.
-Será un verdadero placer.
Valentín sintió una oleada de satisfacción interna ante esta invitación inesperada.
Una empresa emergente como RedNova, que no solo contaba con respaldo gubernamental sino que se posicionaba como aliado codiciado en el mercado, representaba una oportunidad excepcional para el Grupo Espinosa en su actual coyuntura.
Ambos ejecutivos conversaban animadamente mientras abandonaban el salón donde se había desarrollado la licitación.
En el exterior, un grupo de periodistas especializados en finanzas aguardaba expectante. Valentín maniobró estratégicamente para mantenerse junto a Noé, asegurándose de aparecer en las fotografías que inevitablemente tomarían los medios.
De pronto, una voz estridente quebró la atmósfera profesional:
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Capitulo 155
-¡Valentín, asesino despiadado!
Todas las miradas convergieron hacia el origen de aquella acusación, descubriendo a un hombre visiblemente deteriorado cuyo rostro reflejaba una furia incontenible dirigida hacia
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