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La Falsa Muerte de la Esposa novel Chapter 176

Capítulo 176

Esmeralda dejó escapar una risa cristalina mientras contemplaba los ojos soñolientos de la pequeña, acariciando suavemente sus rizos oscuros que se esparcían sobre la almohada como un dulce manantial de tinta.

-Siempre que cultivemos la bondad en nuestro corazón, como aquellos personajes que habitan los cuentos más hermosos, la felicidad nos encontrará en el camino.

-Ah, comprendo.

Araceli asintió con gesto adormilado, sus párpados luchando contra el peso del sueño que comenzaba a reclamarla. Un nuevo bostezo escapó de sus labios mientras se acurrucaba más profundamente entre las sábanas.

-Entonces papá, mamá y los tíos pueden convertirse en las personas más dichosas del

universo.

Su vocecita se desvaneció gradualmente en la quietud de la habitación, hasta que finalmente el sueño la venció por completo, su respiración volviéndose acompasada y tranquila.

Esmeralda contempló aquel rostro angelical con una sonrisa que iluminaba su propio semblante. Tener una hija es verdaderamente un milagro,pensó mientras ajustaba la manta. No resultaba sorprendente aquel dicho popular sobre cómo solo las hijas comprenden verdaderamente el sacrificio maternal; aquellas palabras destilaban una profunda verdad que resonaba en su interior con cada latido.

Abandonó la habitación con sigilo, y justo en ese momento, la vibración de su celular interrumpió el silencio nocturno.

[Isaac solicita saber si aún permaneces despierta. Su mensaje refleja genuina curiosidad por tu estado actual.]

[Con suavidad te confirmo que la consciencia aún me acompaña. Araceli acaba de rendirse ante los brazos de Morfeo tras mi relato nocturno.]

[¿Te encuentras hospedada en mi residencia familiar?]

[Efectivamente, aquí me encuentro.]

Tras un breve instante de espera, la pantalla se iluminó con una llamada entrante de Isaac solicitando conexión visual.

Esmeralda experimentó un sobresalto ante la inesperada petición. La duda sobre responder se instaló en su mente, temiendo que el sonido pudiera perturbar el descanso de Araceli, así que con pasos apresurados se dirigió hacia el extremo más alejado del corredor.

Al establecerse la conexión, el rostro de Isaac, con sus rasgos casi perfectamente cincelados, apareció en la pantalla luminosa. La claridad diurna bañaba su entorno, revelando lo que parecía ser un elegante rincón de descanso en el vestíbulo de algún hotel exclusivo.

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Capitulo 176

-¿Hmm?

Isaac observó detenidamente a Esmeralda a través de la pantalla digital, quedando momentáneamente absorto antes de articular sus pensamientos.

-Tu nuevo estilo capilar me resulta sumamente favorecedor.

Una sonrisa tímida se dibujó en los labios de Esmeralda, mientras la incertidumbre sobre cómo responder apropiadamente la invadía. La intimidad inherente a una videollamada superaba con creces la de un simple mensaje o conversación telefónica, y sentía que el vínculo con Isaac aún no alcanzaba ese nivel de proximidad.

Quizás interpretando aquel silencio momentáneo, Isaac contrajo ligeramente el entrecejo en un gesto de preocupación.

-¿Tienes problemas de red?

-No, me parece que la señal es adecuada.

Esmeralda carraspeó suavemente para disimular su incomodidad, e intentando sonar casual, formuló su pregunta.

-¿Nnecesitas comunicarme algo en particular?

-Sí, requiero tu asistencia para localizar cierta documentación en mi despacho privado.

Aquellas palabras actuaron como bálsamo instantáneo para la tensión de Esmeralda, comprendiendo finalmente que la videollamada tenía un propósito meramente práctico, sin otras intenciones subyacentes.

Aceptó con renovado entusiasmo dirigiéndose al mencionado espacio de trabajo.

Al franquear el umbral, una exquisita fragancia a sándalo la envolvió delicadamente, mientras la luz plateada de la luna acariciaba la superficie del globo terráqueo situado junto al ventanal. Con movimientos delicados, Esmeralda extendió su mano hacia la lámpara de escritorio, cuya luz ámbar despertó diminutas partículas de polvo que danzaron en el aire como constelaciones microscópicas.

-En el segundo compartimento a la derecha del escritorio, verifica la existencia de un expediente azul.

-Entendido, dame un instante.

Con una mano ocupada sosteniendo el dispositivo, Esmeralda lo depositó estratégicamente sobre una de las repisas del escritorio e inclinó su cuerpo para emprender la búsqueda solicitada.

Desde la perspectiva de Isaac, era posible apreciar parcialmente el perfil elegante de Esmeralda mientras ella se inclinaba con gracia natural. Observando aquel cuello de alabastro, Isaac se vio obligado a tragar saliva ante la inesperada reacción de su cuerpo.

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