Libro 21 La fabulosa vida de Jay: Capítulo 31
Jay
Observé cómo Evan salía. No estaba ocultando bien su dolor. Me giré hacia Tristan y
exclamé:
-¿Estás feliz ahora?
-Lo estoy, ahora solo somos tú y yo -respondió Tristan mientras se acercaba a mí.
-Detente, no vamos a hacer esto. No quiero ningún tipo de relación contigo, Tristan -repliqué
con firmeza.
Tristan sacudió la cabeza y murmuró:
-Tu boca puede estar diciendo eso, Jay, pero conozco tu cuerpo. Está llamándome.
-Tristan, vete, conseguiré un abogado para que elimine tu nombre de la escritura y compre tu
mitad -adverti.
Tristan se acercó aún más.
-No quiero vender mi mitad de este condominio. Este es nuestro refugio y lo sabes.
-Tristan, por favor -suspiré.
Tristan quedó justo frente a mí.
-¿Por favor qué? -insistió.
-No -murmuré, cerrando los ojos. Tristan tenía un extraño control sobre mí y temía perder la lucha y ceder ante él.
Se inclinó y susurró en mi oído:
-Te quiero, Jay, te necesito.
Su mano se deslizó debajo de mi kimono y agarró mi pene. Maldita sea, desearía tener pantalones en ese momento y no estar con este kimono sin nada debajo.
-Tristan, por favor -susurré.
-¿Qué quieres, Jay? -preguntó mientras acariciaba mi erección con su mano.
Mi respiración comenzaba a volverse pesada. Mantuve los ojos cerrados. Sentí cómo mi cuerpo reaccionaba ante su toque.
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Libro 2 La fabulosa vida de Jay….
-Tristan… -comencé a hablar cuando escuché la voz de Mitzi.
-¡Quita tus manos babosas de él! -gritó ella.
Abrí los ojos y la vi parada junto a nosotros.
+10 Point:
-Ocupate de tus asuntos, Mitzi -gruñó Tristan.
-¿Ocupate de mis asuntos? ¿Qué tal si te ocupas de los tuyos, serpiente? Él claramente te ha dicho que te largues tres veces y básicamente lo estás forzando a someterse. Eso no lo
permitiré, así que no, no me callaré -vociferó Mitzi.
-Maldita perra -espetó Tristan.
Lo vi lanzarse hacia Mitzi y golpearla en la cara. Sin pensarlo, agarré una estatua decorativa de la mesa de café y la estampé contra la cabeza de Tristan, dejándolo inconsciente.
-Mierda, Jay, espero que no lo hayas matado. No te irá bien en prisión -dijo Mitzi.
-¿Estás bien, Mitzi? -le pregunté.
-Sí, nada que un kilo de maquillaje no pueda arreglar -bromeó mientras observaba a Tristan
en el suelo.
-¿Qué vamos a hacer con este imbécil? -me preguntó.
-Llama a su esposa, que venga a buscarlo -le dije.
-¿Su esposa? Pensé que estaba divorciado de ella. ¿Por qué vendría a buscarlo? -preguntó, extrañada.
Negué con la cabeza.
-Su dedo todavía tiene la marca del anillo de bodas. Solo se lo quita. Esta vez debió olvidarlo
-expliqué.
-¿Cómo sabes eso? -quiso saber Mitzi.
-Sentí su anillo -dije, sonrojándome.
-Oh–respondió ella, inclinándose sobre Tristan.
-Sí, hay una marca, y aquí está su teléfono -anunció mientras lo sacaba de su bolsillo.
-Prueba 0305 para ver si se desbloquea -le sugerí.
-Funcionó. ¿Cómo lo supiste? -preguntó, sorprendida.
-Es el cumpleaños de su hijo. Es la única persona de la que realmente se preocupa
–
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10 Point
Libro 21 La fabulosa vida de Jay….
expliqué.
Mitzi asintió, presionó algunos botones y se llevó el teléfono al oído.
-Hola, ¿estás casada con Tristan? Ah, sí. Bueno, tu esposo está en mi sala de estar después
de que intentó violar a mi compañero de cuarto. Ven a buscar a tu hombre.
Evan
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