Capítulo 366
Sin embargo, allá continuaba la voz mecánica de mujer: -Lo siento, el número que ha marcado está desconectado.
Rosa, inmediatamente, abrió el WhatsApp y envió un mensaje a El Invencible.
Pero el mensaje se envió y no recibió respuesta.
Es posible que El Invencible la haya bloqueado.
El número, ahora desconectado; también fue bloqueado en WhatsApp; el hombre que ayer le hablaba dulcemente ahora ha desaparecido sin dejar rastro, imposible de contactar.
Paf.
El celular de Rosa cayó al tapete, y ella también se desplomó desalentada sobre el mismo.
-Rosita, ¿qué te pasa?
-Rosita, ¿por qué estás sentada en el tapete? Levántate.
Ricardo y Patricia intentaron levantar a Rosa, solo entonces se dieron cuenta de que Rosa estaba fría y temblorosa.
Rosa temblaba.
Raquel y Luis salieron, y Luis dijo sonriendo: -Raquelita, la familia Pérez realmente es extraña; ella incluso fantasea con casarse con El Invencible, considerándolo el candidato ideal para el matrimonio, increíble lo que se les ocurre.
Raquel arqueó sus cejas en forma de sauce: -Ellas siempre están soñando; yo les advertí, pero a cambio me ridiculizaron de envidiosa. Si ellas son engañadas y pierden todos sus activos, eso no tiene nada que ver conmigo.
Luis se rió: -Espera a que sepan quién es el verdadero El Invencible, esa escena será espectacular.
Raquel sonrió; en ese momento, su celular sonó, era un mensaje de WhatsApp de Camila.
Camila decía: -Raquelita, esta noche el señor Rodrigo nos invita a cenar.
¿Rodrigo?
Raquel, que ha estado muy ocupada últimamente, casi olvida a su aprendiz.
Raquel aceptó: -Está bien, iremos juntos.
2/2
Camila continuó: -Raquelita, tengo un asunto ahora; no estoy en la escuela. Espera en el dormitorio de chicas; volveré en un rato.
Raquel sonrió de medio lado: -Camila, ¿qué asunto tienes, fuiste a ver al chico más otra vez?
guapo
Camila fingió estar molesta: -Raquelita, me estás burlando otra vez; no hablaré contigo.
Raquel terminó la conversación con Camila, aunque ha estado ocupada, sabe que Camila ha estado buscando a Héctor, pero ese chico alto, frío y hermoso no ha mostrado su rostro.
-Luis, voy a la Universidad del Futuro.
-Te llevo en carro.
Los dos se subieron al lujoso carro; Luis en el asiento del conductor y Raquel en el asiento del copiloto.
En ese momento sonó un “ding“; su WhatsApp volvió a sonar.
Era un mensaje de Alberto.
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