Capítulo 460
Alberto entró con zancadas largas en la Tienda de las Hierbas Celestiales y dijo por casualidad, -¿Qué dijiste? Me llamaste descarado, Raquel, ¿acaso estabas pensando en alguna escena erótica?
Él estaba impecablemente vestido, parecía un caballero, pero en realidad nadie era más lascivo que este tipo.
Raquel ya no quería hablar con él, simplemente obediente lo siguió hacia dentro.
Pronto, el director de la Tienda de las Hierbas Celestiales, Zarn, corrió apresurado hacia ellos, -jefe Alberto, ¿qué le trae a usted por aquí tan tarde?
Esta noche Zarn no estaba de turno, había venido a toda prisa desde su casa tras recibir una
llamada de Alberto.
Alberto respondió, -he traído a alguien para hacerle un examen de embarazo.
Zarn preguntó, -¿Quién es?
Alberto se hizo a un lado, dejando ver a Raquel detrás de él, —ella.
Al ver a Raquel, las pupilas de Zarn se contrajeron y dilataron enseguida, inhalando bruscamente, -Tú…
Alberto observó sorprendido a Zarn, —director Zarn, ¿conoce a Raquel?
Zarn, -Yo…
A diferencia de Zarn, que estaba visiblemente desconcertado, Raquel estaba bastante tranquila y compuesta, -No lo conozco.
Zarn sudaba frío; esta noche, sin previo aviso, dos figuras importantes habían llegado justo a la Tienda de las Hierbas Celestiales sin que él estuviera preparado.
Alberto dijo,
embarazo.
-director Zarn, entonces proceda a preparar la orden para el examen de
Zarn respondió, —Sí, mi oficina está aquí, síganme.
Alberto iba al frente, entró en la oficina del director, se giró y notó que Zarn seguía diligente a Raquel, con un aire de absoluto respeto como si temiera que Raquel se cayera, —señorita Raquel, por aquí, por favor.
Alberto, que no recibía tal trato, se sintió un poco extrañado.
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Se dio cuenta de que el mundo se estaba volviendo cada vez más extraño, hasta el punto de ser incomprensible para él.
¿Por qué Zarn trataba a Raquel con tanto respeto?
Raquel avanzó hacia el interior, -director Zarn, haga lo que el jefe Alberto ordenó y prepare la orden para la prueba de sangre, haré un examen de embarazo.
Zarn enseguida obediente, -Sí, lo haré ahora mismo.
Zarn con diligencia preparó una orden para el examen de embarazo.
Alberto intentó tomarla, pero Zarn ya había caminado hacia Raquel, -señorita Raquel, la sala de extracción de sangre está por aquí, permítame guiarla.
Zarn guió a Raquel hacia la salida.
Zarn había olvidado por completo la presencia de Alberto, dejándolo atrás.
Fue Raquel quien recordó a Alberto, se detuvo y girando la cabeza hacia él, le dijo, —jefe Alberto, ¿por qué no viene?
El director Zarn se golpeó la mejilla, -Claro, jefe Alberto, lo había olvidado por favor, pase usted por aquí.
Alberto permaneció en silencio.
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