Capítulo 466
Alberto tomó la mano de Ana. -¿Cómo podría ser eso posible?
Ana sonrió de forma dulce y tímida.
De pronto, se abrieron las puertas del Hotel Bruma del Alba, y Raquel y Luís hicieron su
aparición.
Luis exclamó con respeto: -Raquelita, el director Zarn ya está esperando, entremos.
Raquel empezó a caminar con elegancia hacia el interior, pero entonces divisó dos figuras familiares y se detuvo en seco.
Luis siguió la mirada de Raquel y también observó a Alberto y Ana.
Alberto y Raquel en ese instante estaban dándose la mano, mirándose profundamente a los ojos en un momento de dulzura. [
Luis sonrió con sarcasmo. -No esperaba que el jefe Alberto estuviera tan ocupado; anoche te llevó a dormir en sus brazos, y esta noche viene a cenar tan tranquilo con Ana. Navegando entre dos mujeres, el jefe Alberto en verdad sabe cómo administrar su tiempo.
Luego, Luis sacudió la cabeza. —No lo habría imaginado; el jefe Alberto era un tipo despreciable.
Raquel miró a Alberto y Ana y le replicó: -No, el jefe Alberto no es un hombre despreciable.
Luis la miró sorprendido.
Raquel continuó explicando: –La persona que siempre le ha interesado al jefe Alberto es Ana; él le ha brindado todo su favoritismo. No es un hombre despreciable.
Luis contestó.–Está bien, Raquelita, vamos.
-De acuerdo.
Raquel retiró enseguida la mirada y siguió a Luis hacia el interior.
Alberto y Ana, ajenos a Raquel y Luis, continuaron entretenidos con su conversación. Alberto soltó de repente la mano de Ana y, tomando el cuchillo y el tenedor, comenzó a cortar su bistec con elegancia. Preguntó de manera casual: -Ana, ¿recuerdas nuestro primer encuentro en la cueva?
El movimiento delicado de Ana cortando el bistec se detuvo de repente. Ella levantó la mano y miró fijamente a Alberto. -Alberto, ¿por qué lo preguntas?
Alberto respondió: -Fue nuestro primer encuentro fortuito; nunca lo he olvidado, Ana. ¿
Capitulo 466
Acaso tú sí?
Ana desvió con sutileza la mirada. -Por supuesto que no lo he olvidado.
2/2
–Ese bosque era muy remoto; me dijiste que un día tus padres te llevaron de excursión y te perdiste, entrando por error en ese bosque, donde me encontraste gravemente herido y me llevaste a la cueva.
-En la cueva me cuidaste con esmero y, al amanecer del día siguiente cuando abrí los ojos, ya te habías ido porque tus padres te habían encontrado y te llevaron de regreso a casa, ¿correcto?
Ana contestó. —Sí, es correcto.
En aquel momento, Ana acababa de cumplir años y Raquel había hecho una llamada de auxilio a María.
Por ese tiempo, Raquel vivía en el campo, sometida a la sombra de su vil padrastro. Esa llamada hizo que Ana y María conocieran la triste situación de Raquel. Ana estaba muy contenta y le insistió a María para que la llevara al campo y viera por sí misma el estado tan deplorable de Raquel.
Raquel entró en el bosque y Ana la siguió, presenciando todo lo que ocurrió entre Raquel y Alberto.
Así que ella lo sabía todo, conocía todos los detalles específicos.
Comments
The readers' comments on the novel: El CEO se Entera de Mis Mentiras